A solo unos días de la tragedia en Acteal, el fotógrafo Pedro Valtierra pudo capturar en una imagen la lucha de mujeres indígenas que defendían su territorio de los militares. Aquí te contamos la historia completa.
El investigador de El Colegio de México, Alberto Castillo Troncoso, ha señalado que esta fotografía se “convirtió en el ícono más conocido del movimiento zapatista en el ocaso del siglo pasado”, y señala que el subcomandante Marcos consideraba a la imagen como un “retrato fiel de la situación que vivía Chiapas en esos momentos”. El contexto político, la lucha indígena, la estética fotográfica y el dolor de la muerte se entrelazaron para conformar una imagen repleta de historia social y fervor combativo del pueblo indígena. Los hechos que retrata esta imagen ocurrieron a solo diez días de la tragedia: de aquel fatídico 22 de diciembre de 1997 en Acteal, cuando alrededor de 60 paramilitares que vestían de negro dispararon con armas de uso exclusivo del Ejército a hombres, mujeres y niños que integraban de la organización pacífica llamada Las abejas.
El día de la matanza, las víctimas oraban en una ermita de Acteal, ubicado en el municipio de San Pedro Chenalhó, Chiapas. En el lugar murieron 45 indígenas tzotziles: 18 mujeres (cuatro de ellas embarazadas), 17 hombres, 16 niñas y cuatro niños. Doce de ellos fallecieron a consecuencia de golpes o heridas punzocortantes y los demás murieron con disparos en la espalda. Además, 26 personas más resultaron lesionadas de gravedad.
Pocos días después de los trágicos hechos ocurridos en Acteal, en la mañana del 3 de enero de 1998, el fotógrafo Pedro Valtierra, quien se encontraba en el lugar porque los medios nacionales y extranjeros empezaron a enviar a reporteros y fotógrafos a la región, capturó en imagen a un grupo de mujeres indígenas que se encontraban en un campamento de desplazados de su comunidad, quienes se enfrentaban a un grupo de militares que trataban de ocupar X’oyep, sus territorio, ubicado también en Chenahló.
“Empecé a tomar fotos, había una asamblea en la que los indígenas decidieron protestar para que se fueran los militares (…) Fue publicada en un momento de mucho dolor, unos días después de la matanza de Acteal, y simboliza el reclamo que todos sentimos como nuestro, ese reclamo de la sociedad, de los indígenas, de rechazo a la opresión”, dijo Pedro Valtierra sobre la fotografía, que se convirtió en una de las más representativas del fotoperiodismo mexicano.
Cultura Colectiva
Con información del Centro de la Imagen y Cultura Colectiva
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