Para prolongar la vida y buena conducción de tu vehículo es importante saber el tipo de tratamiento que necesita según la distancia recorrida; aquí te damos a conocer el mantenimiento de tu auto según el kilometraje.
Sin un buen mantenimiento a tu coche, las averías aumentan e igualmente los accidentes, ya que muchas veces están relacionados. Más allá de hacer los mantenimientos mecánicos básicos, hay que cumplir con el mantenimiento de tu auto según el kilometraje.
En este sentido, la rutina de revisiones debe ser estricta, y cada fabricante establece algunos plazos específicos para hacer el mantenimiento correspondiente, así como recomendaciones básicas establecidas que aquí te compartimos.
A este kilometraje se debe hacer una primera revisión. Examina los neumáticos y líquidos (agua, frenos), además de cambiar el aceite o los filtros. Aprovecha para ajustar la tensión del embrague, correas del motor, la suspensión y las luces. Esta rutina se repetirá en todas las inspecciones.
Además de lo anterior, es un buen momento para cambiar las escobillas del limpiaparabrisas, algo que se recomienda hacer anualmente. Toca también revisar la tensión y eficacia del freno de estacionamiento y el pedal del freno; realizarse la alineación, balanceo y rotación de ruedas. Dependiendo de la condición del auto habrá que cambiar la batería.
Toca cambiar el filtro de aire del habitáculo o, en su defecto, los filtros del aire acondicionado. Se recomienda igualmente engrasar los rodamientos de las ruedas traseras y comprobar cómo están los soportes del motor y los escapes, así como las pastillas de freno.
Igualmente, revisar y lubricar las cerraduras y bisagras de las puertas, especialmente en la puerta del conductor o la cajuela, ya que con el tiempo se van desgastando. Por último, puedes aprovechar para verificar el recorrido de los pedales del freno y el embrague para comprobar que siguen siendo igual de efectivos o, si es el caso, recalibrarlos.
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Las pastillas de freno o balatas están llegando a su vida límite, así que si todavía no las has cambiado es el momento de hacerlo. Aprovecha para revisar los discos de freno, la tensión y eficacia del sistema de frenado.
En este punto, debes revisar el aire acondicionado, amortiguadores, manguitos, rodamientos o incluso una alineación son otros aspectos que debes vigilar a estas alturas.
Es una buena oportunidad para cambiar los componentes que aún no se han renovado desde la compra del coche.
Hay que cambiar el aceite, los filtros, las pastillas de freno, el líquido de frenos y del embrague, las bujías de encendido, correa de distribución, el refrigerante del radiador y ajustar la suspensión o sincronizar el motor de inyección o del carburador.
Además de los cambios y revisiones de rigor, es importante resincronizar el motor de cuatro cilindros de inyección o del carburador y ajustar nuevamente la suspensión. Habrá que volver a alinear las ruedas. Si tu coche tiene cadenilla y empieza a hacer ruido, cámbiala; si no lo hace, podrás alargar su renovación hasta los 120 mil kilómetros.
Evita hacer por tu cuenta estas evaluaciones e invierte en un taller mecánico, compara precios y servicio. Una manera de ir monitoreando la vida útil de los componentes y el estado que presentan es checar el tablero del vehículo. Solo así prevendrás las averías y alargarás la vida útil del vehículo todo lo que puedas.
Con información de Zurich.
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