El gobierno de Alberto Fernández decretó el jueves un confinamiento estricto por primera vez en el año luego que por tercer día consecutivo se reportaron más de 35 mil contagios diarios y se dispararan las cifras de muertos por coronavirus en Argentina.
“Estamos viviendo el peor momento desde que comenzó la pandemia… estamos teniendo la mayor cantidad de casos y fallecidos, debemos asumir seriamente lo crítico de este tiempo y no naturalizar tanta tragedia”, dijo el presidente Fernández en un mensaje difundido por cadena nacional.
Desde este sábado hasta el 31 de mayo quedará restringida la circulación y suspendidas las actividades sociales, económicas, educativas, religiosas y deportivas en forma presencial en Buenos Aires y los distritos del país en alarma epidemiológica. Quedarán exceptuados de las medidas los trabajadores de actividades esenciales.
Sólo se podrá circular en cercanías del domicilio entre las 6 de la mañana y 6 de la tarde, mientras que sólo podrán funcionar comercios esenciales y los locales gastronómicos podrán funcionar con envío a domicilio o para llevar.
En 2020 Argentina fue uno de los países con cuarentenas más extensas del mundo entre marzo y julio, cuando empezó a flexibilizarse por jurisdicciones. El impacto negativo de las medidas restrictivas en la economía y en el humor social dejaron con poco margen al gobierno, pero la combinación de pocas vacunas, variantes del virus más contagiosas y el relajamiento social pusieron al país al borde del colapso sanitario.
Este martes el país sudamericano superó su marca diaria de contagios y muertos de COVID desde que se decretó la pandemia con 35 mil 543 nuevos casos y 745 muertos. En los días siguientes, se mantuvo el ritmo de contagios con un leve descenso en los fallecidos.
Argentina suma 3,4 millones de contagiados y más de 72 mil personas fallecidas. En tanto, la ocupación de camas en unidades de terapia intensiva supera el 90% en muchos distritos.
Según cifras oficiales, 10 millones de personas fueron vacunadas entre una población de 45 millones de habitantes. Pero apenas dos millones recibieron las dos dosis.
“En esta segunda ola hay tres problemas que debemos corregir: en algunos lugares no se cumplieron las medias que impusimos, en otros se implementaron de manera tardía…y algo fundamental: en muchos lugares los controles se relajaron, han sido débiles o simplemente no existieron”, describió Fernández.
Luego del 31 de mayo, Fernández adelantó que las restricciones volverán a la fase actual -toque de queda de ocho de la noche a seis de la mañana, actividades sociales, recreativas y comerciales prohibidas en espacios cerrados- pero el fin de semana del 5 y 6 de junio nuevamente se impondrá un confinamiento estricto.
“Es decisivo que la autoridad de cada jurisdicción aplique las normas que estamos dictando, no hay lugar para especulaciones ni para dudar”, advirtió Fernández, en una crítica directa a los gobernadores por no controlar el cumplimiento de las medidas anteriormente dispuestas.
Fernández adelantó que habrá ayuda económica para los sectores perjudicados por las nuevas restricciones y confirmó que en los próximos días llegarán más de cuatro millones de vacunas de Sputnik V y AstraZeneca.
Con información de AP