Acompañado por su hermano Mark, la experimentada astronauta Wally Funk y el joven Oliver Daemen, el magnate Jeff Bezos, creador de Amazon, ha logrado completar un vuelo de poco más de 10 minutos en el espacio.
El empresario superó la barrera de los cien kilómetros de altura, la frontera espacial y se mantuvo con su equipo durante cuatro minutos en situación de ingravidez antes de regresar a la Tierra.
Bezos ha gritado: “El mejor día de mi vida”, luego de volver a la tierra y brindar por su histórico logro, que abre las puertas a la nueva era de la economía: el turismo espacial.
“La gente no deja de preguntarme si estoy nervioso. No estoy realmente nervioso, estoy emocionado. Tengo curiosidad. Quiero saber qué vamos a aprender”, dijo Bezos en entrevistas previas al viaje.
“Poner al hombre más rico del mundo y una de las figuras más reconocidas de los negocios en el espacio es un anuncio masivo del espacio como un dominio para la exploración, la industrialización y la inversión”, dijo Adam Jones, analista de Morgan Stanley, a principios de julio.
Reuters informó en 2018 que Blue Origin, la empresa que lanzó a Bezos al espacio, planeaba cobrar a los pasajeros al menos 200 mil dólares por el viaje, según un estudio de mercado y otras consideraciones, aunque su forma de pensar puede haber cambiado, pues un lugar en el cohete del empresario se subastó en 28 millones de dólares, aunque el ganador de la puja renunció al viaje, por lo que Oliver Daemen, cuyo padre fue de los finalistas en la subasta.