Desde su fundación, los Estados Unidos de Norteamérica han sido el refugio de migrantes que llegan de todas partes en el mundo; ya sea huyendo de tragedias como la guerra, el hambre o la criminalidad, esta condición ha hecho de EU la nación cosmopolita que es este Siglo XXI; sin embargo, poco a poco México se presenta como la esperanza de los refugiados.
Así lo explica el representante en México del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Mark Manly, quien en entrevista para La Jornada, aseguró que la convicción de asilo, la fortaleza de sus instituciones y de la ley en la materia, el idioma, la cultura y la apertura para obtener empleos formales, entre otros factores en nuestro país, permiten hablar de la posibilidad del “sueño mexicano”.
Según el texto firmado por Emir Olivares, el número de solicitudes de asilo ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) se multiplicó anualmente. Pasaron de 2 mil 137 en 2014, un año antes que Manly llegara a México, a 70 mil 302 en 2019. A causa del Covid-19, en 2020 descendieron a 41 mil 303 (aunque fue el segundo año con el mayor registro), y de nuevo van al alza: en mayo de 2021 se rebasaron 41 mil trámites de asilo y se estima cerrar el año con más de 90 mil.
El ACNUR apoya los esfuerzos del Gobierno de México de salvaguardar los derechos y el bienestar de las personas que se han visto obligadas a huir de sus países. Trabaja en asegurar que las personas que huyen de la violencia y persecución tengan derecho a recibir protección y solicitar asilo. Asimismo, ofrece soluciones duraderas que fomentan la integración en el país a partir de alianzas con socios y comunidades de acogida.
Según el propio informe de ACNUR sobre los refugiados en México, las causas fundamentales del desplazamiento forzado en la región se mantuvieron, y el ACNUR se preparó para un aumento en el número de solicitantes de asilo en 2021.
La Oficina aumentó la cantidad de personal financiado en COMAR. Se previó el apoyo adicional a las autoridades de protección de niños, niñas y adolescentes gracias a las reformas legales que ampliaron la protección de la niñez migrante y solicitante de asilo, al establecer que no pueden ser detenidos.
Asimismo, la agencia internacional aumentó la capacidad del programa de integración local y estuvo preparada para incrementar la cantidad de beneficiarios de manera considerable, más aún en el contexto que se vivió debido a la pandemia por el Covid-19. El Instituto Nacional de Migración (INM) optimizó los procedimientos para la emisión de documentos de identidad. El ACNUR expandió más su presencia mediante el establecimiento de nuevas oficinas en Palenque, Guadalajara y Ciudad Juárez, y el respaldo a los equipos de protección en el norte de México, explica la Agencia de la ONU.
En 2021, las prioridades fundamentales comprenden aumentar la cantidad de bancos que abran cuentas para personas refugiadas y trabajar con actores en materia de desarrollo para mejorar la educación y la atención médica en localidades clave de acogida de personas refugiadas en el sur de México.
En tanto, Manly aseguró que para tener mayor control sobre el surgimiento de refugiados, “hay que resolver los conflictos armados y políticos; trabajar en la seguridad, en la gobernanza, en el estado de derecho, en el respeto a los derechos humanos, en el desarrollo económico y social. Se debe avanzar con el Plan de Desarrollo Integral que encabeza México para los tres países del Triángulo Norte; al igual que en el Marco Integral Regional de Protección y Soluciones, que abarca todo Centroamérica y a México, con el que se buscan mayores espacios de protección”.
