A pesar de la enorme cantidad de recursos que el gobierno federal ha destinado a Petróleos Mexicanos, la empresa no ha logrado repuntar, sino por el contrario se hunde cada vez más y más.
Al 30 de septiembre, Pemex tenía una deuda de 2 billones 476 mil millones de pesos, contra el billón 983 mil pesos que adeudaba en diciembre pasado. En términos reales significa un aumento del 24.6 por ciento.
Según informa el periódico Reforma, el aumento obedeció a que Pemex dispuso de un mayor saldo de las líneas de crédito para contar con liquidez. Además, sufrió la depreciación del tipo de cambio en su deuda valuada en dólares.
Otro problema que afecta a la paraestatal, es que al perder el grado de inversión, ha sido más complicado contratar deuda a tasas no tan altas. Es decir, los bancos no confían en que pague, por lo que le prestan más caro.
En dólares, la deuda de Pemex al 30 de septiembre aumentó 1.5 por ciento, para ubicarse en 107 mil 791 millones de dólares, por arriba de Ecopetrol o BP.
Mientras su deuda se dispara por las nubes, la producción de petróleo no ha tenido el crecimiento prometido. En el tercer trimestre del año, su producción de crudo cayó 1.7 por ciento, para ubicarse en un millón 681 mil barriles diarios. La producción de gasolinas cayó 14.4 por ciento, gas natural 0.7 por ciento, y diésel 23.2 por ciento.
Además reportó 6 mil 789 pozos operando, 8.8 por ciento menos que el año pasado.
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