El 1 de diciembre de 2018, cuando formalmente tomó posesión Andrés Manuel López Obrador como presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, dio un discurso en la plancha del Zócalo y pidió al pueblo que no lo dejaran solo “porque sin ustedes no valgo nada”.
Yo ya no me pertenezco, yo soy de ustedes
Presidente de México
Sin embargo, el discurso quedó en retórica, pues el presidente y su esposa Beatriz Gutiérrez Müller iniciaron el proceso para registrar ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) sus nombres y las siglas de éstos como marcas comerciales y evitar que terceros puedan lucrar con ellos.
En una publicación dada a conocer por el periódico El Universal, se detalla que por medio de Alejandro Esquer Verdugo, secretario particular del mandatario, entre abril y julio se comenzaron los trámites, por lo que se pagaron casi 17 mil pesos por el estudio de estas solicitudes.
El rotativo dio a conocer que el 27 de abril fue abierto el expediente 2352324 para que la marca “Andrés Manuel López Obrador” pueda ser usada sólo por el Ejecutivo federal en el ámbito de la educación, en servicios de entretenimiento, así como en actividades deportivas y culturales.
En tanto que, de acuerdo con el expediente 2352331, también se busca que el nombre del Presidente pueda ser protegido para ser comercializado en publicidad, gestión de negocios comerciales, administración comercial y de trabajos de oficina.