Aunque los senadores de la oposición reclamaron a Alejandro Gertz Manero por sus escasos resultados, le dieron su voto de confianza para continuar como fiscal General de la República.
Ningún legislador planteó su renuncia
Aunque los senadores de la oposición se reunieron por más de dos horas a puerta cerrada con Alejandro Gertz Manero, fiscal general de la República (FGR), y le reclamaron por los altos niveles de impunidad y los pocos resultados de su gestión, al final le dieron su voto de confianza para continuar en su cargo.
Ricardo Monreal Ávila, presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), declaró al terminar la comparecencia del fiscal que existe confianza en el fiscal y que ningún legislador ha planteado solicitar su renuncia. Lo anterior, pese a todos los cuestionamientos que se le han hecho a lo largo de su gestión, como reiteradas venganzas personales, tener propiedades millonarias en varios países o incluso los audios que revelan su injerencia en el juicio contra Alejandra Cuevas.
“Todos los grupos parlamentarios, sin excepción, le refrendaron su confianza. No hay pérdida de confianza, hay confianza en el fiscal y en la justicia”, aseguró Monreal, quien además afirmó que no ve “ninguna posibilidad” de que Gertz sea relevado de su cargo “en este momento”.
Gertz se compromete a rendir cuentas
El fiscal se comprometió con los legisladores, 14 senadores de la Jucopo y la Comisión de Justicia, a rendirles cuentas periódicamente y a elaborar un calendario de reuniones. “Cuantas veces lo pidan les doy información y vengo las veces que sea necesario. Los quiero como aliados, yo les debo el cargo a ustedes”, dijo.
Sobre el caso de Alejandra Cuevas, aseguró que respetará la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) e informó que avanzan las investigaciones para saber cómo se obtuvieron los audios de sus conversaciones telefónicas y si se trató de espionaje público o fue realizado por particulares.
El coordinador de la bancada del PAN, Julen Rementería declaró tras la comparecencia que no hubo un linchamiento contra el fiscal, pero que tampoco se trató de “día de campo” para él: “No hubo vencedores ni vencidos (…) el ejercicio, a pesar de que muchos quisieran que fuera más estridente, fue un ejercicio sano que recupera, por lo menos, la posibilidad de seguir dialogando y el compromiso de seguir explicando”.
Con información de El Universal
