De acuerdo con lo registrado por la Secretaría de salud, en 2021 el consumo de Estimulantes tipo Anfetaminas (ETA) se elevó en todo el país, lo que despertó la preocupación de las autoridades.
¿Qué son los ETA?
Los ETA son un grupo de sustancias psicoactivas que alteran la percepción del entorno y presentan un alto riesgo de adicción.
Actualmente, no hay ninguna indicación médica legítima para el uso de estos productos, lo que lleva a su fabricación en secreto y de manera ilegal.
“Originalmente este tipo de productos fueron desarrollados con algunas indicaciones como broncodilatadores o disminuir el apetito, pero en México no tienen ningún uso médico legal, son todas ellas ilegales”, dijo en conferencia el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell.
Los nombres con los que pueden reconocerse en las calles son:
- Anfetas
- Elevadores
- Tachas
- Speed
- MDMA
Además, se obtienen en diversas presentaciones: polvo blanco, tabletas, cápsulas y líquido, mismas que pueden ser ingeridas, inyectadas, inhaladas o fumadas.
¿Qué efectos provoca?
Los ETA producen una ilusión falsa de bienestar y un aumento aparente del rendimiento; su consumo inicial suele estar asociado a largas horas de estudio o trabajo, como en el caso de los conductores de transporte por carretera. Sin embargo, debido a su efecto químico de corta duración, se tiende a repetir las dosis de manera frecuente.
“Esto puede llevar a la necesidad de mantenerse alerta, despierto. Como es un estimulante, entonces es una falsa puerta a esa vía porque en el mediano plazo las personas disminuyen dramáticamente su capacidad de realizar trabajo, de mantener la concentración y la atención”, planteó López-Gatell.
El consumo de estimulantes tipo anfetaminas (ETA) es frecuente en entornos de socialización como clubes nocturnos, fiestas tanto legales como ilegales, festivales y carnavales.
¿Cuáles son las consecuencias de su consumo?
El uso de ETA puede tener varias consecuencias negativas para la salud y el bienestar de las personas. Algunas de las principales consecuencias son:
- Efectos físicos adversos: El consumo de ETA puede causar problemas físicos como aumento de la presión arterial, taquicardia, arritmias cardíacas, trastornos del sueño, pérdida del apetito, pérdida de peso, deterioro dental (por el bruxismo), sudoración excesiva, temblores y convulsiones .
- Riesgos psicológicos: El uso prolongado de ETA puede conducir a trastornos psicológicos como ansiedad, depresión, irritabilidad, paranoia y agresividad. Además, puede alterar el estado de ánimo, la concentración, el juicio y la toma de decisiones, lo que aumenta el riesgo de conductas impulsivas y arriesgadas.
- Adicción: Las ETA tienen un alto potencial adictivo. El consumo repetido y prolongado de estas sustancias puede llevar al desarrollo de dependencia física y psicológica. La adicción a las ETA puede tener consecuencias devastadoras en la vida personal, social y laboral de una persona.
- Daños sociales: El uso de ETA puede afectar negativamente las relaciones interpersonales, el rendimiento académico o laboral, y la estabilidad familiar. También puede contribuir al aumento de comportamientos delictivos y la participación en actividades ilegales para obtener drogas o financiar el consumo.
Situación en México
En México, las metanfetaminas son enormemente difundidas, ya que más del 46% de las personas que buscan tratamiento por adicciones las identifican como la droga principal, seguidas del alcohol y la marihuana.
Según el Observatorio Mexicano de Salud Mental y Consumo de Drogas 2022, se han registrado casos de personas adictas a los estimulantes tipo anfetaminas (ETA) en 21 estados del país.
“Es notorio el patrón de propagación desde el noreste por la relación con Estados Unidos, en donde este producto es también traficado, vendido, impulsado y consumido de manera muy extensa”, dijo el subsecretario de Salud.
En lo que va de la actual administración, las Fuerzas Armadas han logrado asegurar un total de mil 740 laboratorios clandestinos de metanfetaminas, según informó el comandante de la Guardia Nacional, David Córdova Campos, durante el informe quincenal de seguridad.
Asimismo, se ha evitado que aproximadamente 6 mil 374.7 toneladas de metanfetaminas lleguen a las calles. Además, se ha logrado evitar la comercialización de 294 mil 281 kilogramos de metanfetaminas.
¿Qué puede hacer la ciudadanía para contribuir a la prevención de adicciones?
La ciudadanía juega un papel crucial en la prevención de adicciones. Aquí hay algunas acciones que la ciudadanía puede tomar para contribuir a este objetivo:
- Educación y concientización: Participar en la educación y concientización sobre los riesgos y consecuencias del consumo de drogas en los jóvenes. Esto puede incluir la difusión de información precisa y basada en evidencia sobre las drogas y sus efectos.
- Participación en actividades comunitarias: Involucrarse en actividades comunitarias que promuevan la prevención de adicciones, como campañas de sensibilización, programas de prevención, incluyendo la práctica regular de ejercicio físico, una alimentación equilibrada, el manejo adecuado del estrés y la promoción de actividades recreativas positivas.
- Fortalecer la comunicación y el diálogo: Establecer una comunicación abierta y franca con los jóvenes, creando espacios seguros y de confianza donde puedan expresar sus inquietudes y recibir apoyo.
- Promover políticas de prevención: Apoyar y promover políticas públicas que enfoquen la prevención del consumo de drogas en los jóvenes, incluyendo la implementación de programas educativos y de prevención basados en evidencia, así como la mejora del acceso a servicios de salud y tratamiento para aquellos que necesiten ayuda.
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