La Oficina de Defensoría de los Derechos de la Infancia (ODDI) informó que en al menos siete entidades existen patrones similares de abuso sexual infantil por parte de grupos de profesores y personal educativo en el nivel preescolar.
Abuso sexual, terror e injusticia
La ODDI informó que, además de “la alarmante cantidad de denuncias por abuso sexual cometido por maestros de manera individual en escuelas”, a lo largo de los años han podido registrar casos de violaciones y explotación sexual infantil a niños de 3 a 7 años que cursan el nivel preescolar, por parte de grupos organizados de maestros, incluidos los directores, y miembros del personal educativo, quienes en ocasiones también están coludidos con personas externas a las escuelas.
En 37 casos revisados, en los que la ODDI ha dado seguimiento, acompañado y litigado las denuncias, se identificaron posibles coincidencias en patrones. No obstante, para su investigación, solo pudo obtener mayores detalles sobre los hechos en 18 escuelas, donde se han registrado “patrones sumamente preocupantes”; es decir, “patrones delictivos marcados por acciones organizadas entre varios adultos y perpetradas de manera masiva dentro de un plantel escolar”, según señala el organismo. En el país, los estados donde se han documentado estos casos son siete: Baja California, Ciudad de México, Estado de México, Jalisco, Morelos, Oaxaca y San Luis Potosí.
Los casos se registran en siete estados de la República y en todos los casos se trata de agresiones en contra de niños y niñas de entre 3 y 7 años de edad. Trece de los casos refieren abuso que se comete en contra de grupos de víctimas. Algunos describen abuso frente al salón o la escuela entera (…) Se reitera el patrón de que el abuso se comete por múltiples adultos de manera conjunta. En 16 escuelas, los niños y niñas reportan agresiones por más de un adulto ejerciendo las agresiones de manera directa o estando presente observando o grabando mientras sucede el abuso (…) En 10 escuelas, se refieren adultos que facilitan las agresiones entregando a los niños y niñas con quien les lastima o permitiendo su ingreso a la escuela o al salón”.
Una posible nueva forma de criminalidad
En entrevista con El Universal, la directora de la ODDI, Margarita Griesbach señaló que no es posible señalar si se trata de una red o de un nuevo ‘modus operandi’, pero que estamos frente a una forma criminal compleja que puede prevalecer gracias a la desarticulación entre policías y fiscalías, la filtración de la información sobre los casos, así como la poca preservación de evidencias y la deficiente investigación criminal.
“No me atrevo a decir si es una red, muchas redes o simplemente un nuevo modus operandi de una nueva forma de criminalidad. Lo que queda claro es que estamos frente a criminalidad compleja y que, ante ello, se requiere de una investigación con una mirada amplia para entender lo que está pasando en México con estos delitos. Yo sí creo que la incompetencia es el mejor amigo de la corrupción y la impunidad”, aseveró.
¿Cómo coinciden tantos agresores en una misma escuela?
La investigación de ODDI inició en 2011, cuando la entonces Procuraduría General de la República solicitó su apoyo para atender a más de 30 niños de entre 3 y 5 años de edad que sufrieron abuso sexual en una escuela preescolar pública en Iztapalapa.
A pesar de las dificultades a las que se enfrenaron para poder establecer una comunicación efectiva con los pequeños, pues “los modelos de interrogatorio utilizados por las autoridades generaban información fragmentada y difícil de entender”, los niños explicaron que algunos de los delitos fueron cometidos dentro del plantel escolar en espacios abiertos o donde se encontraban otras personas, como los salones y el patio, aunque la mayoría refirió haber sido agredido en un baño.
De ahí surgió de ODDI para investigar y denunciar los casos que van más allá de lo individual, y en los que un grupo organizado de personal docente comete explotación sexual infantil, en la que podría estar involucrada también una red de pornografía infantil, ya que, en muchos testimonios, las víctimas señalan que se hacían grabaciones de los abusos.
Esta situación genera preguntas importantes sobre cómo llegó a laborar en una misma escuela este grupo numeroso de agresores. ¿Cómo son asignados a los puestos públicos en los que laboran? ¿Cómo se explica la coincidencia de tantos agresores en una misma escuela? Y ¿cómo se explica su actuación conjunta y coordinada?
ODDI, en Aristegui Noticias
En otros de los casos investigados, las víctimas declararon que el personal de la escuela involucrado en estos delitos permitía la entrada a los agresores a las instalaciones escolares, e incluso hay testimonios de niñas y niños que fueron extraídos de las instalaciones escolares para llevarlos a otros lugares, donde se cometía el abuso físico, sexual, emocional y psicológico.
Sintomatología del abuso infantil |
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Pesadillas / Terror nocturno |
Miedo a ir al baño |
Rosadura o dolor genital |
Eneuresis o encopresis |
Comportamiento sexualizado |
Rechazo agudo a la escuela |
Infección en vías urinarias |
Trastorno de alimentación |
Enojo, agresión, tristeza o regresión |
Dolor de estómago |
Acusaciones |
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De acuerdo con el informe “Es un Secreto. La explotación sexual infantil en las escuelas de la ODDI”, del total de víctimas: |
37 refieren tocamientos por parte del adulto o ser obligados a tocarse entre ellos. |
11 describen actos que constituyen violación equiparada. |
8 refieren agresión física. |
3 describen observar sexo entre adultos. |
17 describen a un maestro exhibiéndose ante todo el salón. |
4 describen ser amarrados. |
2 mencionan ser amordazados con cinta |
7 describen sufrir abuso frente a otros niños y niñas. |
3 refieren ser penetrados con basura; 4 describen el uso de orina, heces o vómito durante las agresiones. |
3 refieren que les picaban las manos o los pies |
3 describen a sus compañeros pidiéndoles ayuda |
2 señalan que les decían que sus padres estaban presentes. |
5 describen golpes |
2 describen a personas que observan el abuso. |
4 describen la presencia de cámaras o ser filmados |
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Con información de Aristegui Noticias y El Universal