En duda la metodología de Tlatelolco Lab respecto a la supuesta “narconarrativa” contra AMLO

Carlos Piña, analista de datos y métricas en redes sociales, cuestionó el sesgo en el estudio del programa encabezado por John Ackerman.

Los números no dan

Este miércoles, la Elizabeth García Vilchis leyó durante la conferencia matutina el estudio realizado por Tlatelolco Lab, iniciativa del Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad de la UNAM (PUEDJS) encabezado por John Ackerman; que se sostiene que durante el proceso electoral del 5 de junio se impulsó desde redes sociales una narco narrativa para desprestigiar a AMLO y su gobierno.

Al respecto, Carlos Piña, analista de datos y métricas en redes sociales, compartió sus observaciones sobre la metodología usada y puso en duda que la muestra analizada fuera representativa para sostener la hipótesis de una estrategia digital de coordinación para atacar a la 4T.

Ante esta precisión, Martín Zumaya, físico e investigador del PUEDJS, contestó el tuit con una postura a la defensiva y consideró “poco ético y profesional usar un lenguaje pasivo agresivo” para desestimar el trabajo.

En réplica, Carlos señaló la omisión de Zumaya respecto a la explicación en la selección de la muestra y la curación del dataset, así como no mencionar los criterios de clasificación para determinar ciertas cuentas como “anómalas”. Es decir, de no hacer pública la metodología del estudio.

Cuestionó también, con base en el documento que Tlatelolco Lab presentó, si la etiqueta de las sub-narrativas en textos periodísticos se hizo de forma manual o qué tipo de método utilizaron porque no se precisa, cosa que un estudio de este tipo desglosa de manera rigurosa para sustentar sus resultados.

“En fin Martín, la próxima vez que vengas a decir que REVISE CON CUIDADO la “metodología”, mejor responde las preguntas de investigación básicas”.

Carlos Piña

“Lo que está mal es decir que explicaste una metodología, pero en realidad no lo hiciste y por lo tanto no se puede REPLICAR dicho experimento.”

Carlos Piña

Tlatelolco Lab “analiza” bajo consigna oficial

En Tlatelolco LAB se presenta como un grupo “comprometido con la investigación y defensa de la DEMOCRACIA” compuesto por egresados de ciencias sociales, humanidades, análisis de datos y desarrollo de software, así como ciudadanos que quieran colaborar.

En su página web resalta su postura contra el neoliberalismo, el enemigo común del presidente López Obrador y al que menciona repetidamente en sus conferencias matutinas como el sistema del que se desprenden todos los males que aquejan a México.

“Actualmente, vivimos tiempos de tensión para algunas democracias. El discurso neoliberal, que ha dado prioridad a la desigualdad y al egoísmo, defiende que la acumulación y la meritocracia son el camino hacia la libertad, y que existen unas causas sociales más valiosas (o rentables) que otras. Incluso, hay corporaciones o gobiernos que, bajo estas premisas, han buscado silenciar o reprimir las protestas que les son incómodas, fomentando que todo pensamiento revolucionario se tache de peligroso”.

El propio PUEDJS es liderado por uno de los intelectuales alineados al régimen de la 4T, John Ackerman. El investigador fue señalado por recibir en 2020 del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), dirigido por María Elena Álvarez-Buylla, funcionaria incondicional de AMLO; 5 millones 817 mil 494 pesos para el proyecto “Democracia, Culturas Políticas y Redes Sociodigitales en una Era de Transformación Social”.

Este recurso fue entregado por asignación directa y tanto la convocatoria como el contrato permanecen reservados ya que no se encuentran en el apartado de transparencia del Consejo.

Proyecto propagandístico millonario

Dicho proyecto tiene una duración de cinco años, así lo prevé el Plan de Trabajo 2020-2021, por lo que para 2024 el programa habrá recibido, con los mismos costos de operación que al inicio, cerca de 29 millones de pesos.

De hecho, en la justificación presentada en 2019, se vislumbra un claro objetivo propagandístico a favor de la narrativa del actual gobierno, ya que se propone “deconstruir la semántica de la democracia (neo) liberal”.

“El objetivo del “PROYECTO”: DECONSTRUIR LA SEMÁNTICA DE LA DEMOCRACIA (NEO)LIBERAL Y SU CULTURA POLÍTICA PARA EDIFICAR UN MARCO ANALÍTICO (TEÓRICO Y METODOLÓGICO) QUE PERMITA ANALIZAR Y PLANTEAR NUEVAS NARRATIVAS PARA LA CONSTRUCCIÓN DE UNA DEMODIVERSIDAD SUSTENTADA EN LA PLURALIDAD DE CULTURAS POLÍTICAS EXISTENTES EN MÉXICO. EN ESTE MARCO, EL PROYECTO PROPONE: A) DISEÑAR Y EJECUTAR UNA ENCUESTA SOBRE CULTURA POLÍTICA Y DEMOCRACIA DE CARÁCTER NACIONAL; B) INICIAR LOS TRABAJOS PARA LA EDIFICACIÓN DE UN LABORATORIO SOCIODÍGITAL [sic] DE LA DEMOCRACIA QUE PERMITA HACER INVESTIGACIÓN CON DATOS MASIVOS (BIG DATA) SOBRE EL DEBATE PÚBLICO EN REDES SOCIALES Y EN EL MUNDO VIRTUAL; C) REALIZAR UN ESTUDIO DE CASO CUALITATIVO SOBRE FORMAS DE ORGANIZACIÓN Y PARTICIPACIÓN DE DISTINTOS GRUPOS SOCIALES; Y D) REALIZAR UNA PRODUCCIÓN AUDIOVISUAL CON TRES CAPÍTULOS QUE COADYUVE A DEMOCRATIZAR LOS HALLAZGOS DE LA INVESTIGACIÓN ASÍ COMO FORMAR A LA CIUDADANÍA SOBRE VALORES DEMOCRÁTICOS Y LOS RETOS QUE TIENE SU CONSOLIDACIÓN.”

Manuel Castells, autor del libro Redes de indignación y esperanza, es el responsable designado por el Conacyt para evaluar esta iniciativa.

Castells ha sido “invitado de lujo” habitual de Ackerman para dictar conferencias como “Redes, información y crisis de la democracia liberal”, en la que urgió al gobierno mexicano legislar a favor de la “soberanía en comunicación digital” y crear “un sistema tecnológico que elimine a los robots digitales”, temas que ya han sido traducidos a política pública por el actual gobierno.

Con información de Letras Libres.

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