La simultánea detención de Jesús Murillo Karam y liberación de Rosario Robles han levantado sospechas por tratarse de posibles actos mediáticos de la 4T, con una justicia “a modo”, en un momento de caos y crisis por la imparable violencia que se vive en el país.
La detención del exprocuradurador General de la República, Jesús Murillo Karam, el mismo día en que se libera a la exsecretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles, ha despertado muchas dudas entre los analistas, expertos y ciudadanos, quienes observan un posible “juego” mediático y político de la 4T y el presidente Andrés Manuel López Obrador.
En este sentido, se piensa que se trata de una estrategia mediática para distraer de los altos niveles de violencia por parte del crimen organizado, y que incluso podría estar relacionado con una posible presión al expresidente Enrique Peña Nieto y al priismo, con miras a las elecciones de 2023 en el Estado de México, como apuntó el senador Emilio Álvarez Icaza en su cuenta de Twitter, quien señaló que “el interés no es resolver el caso Ayotzinapa, sino ejercer mayor presión a Peña para que no se meta en las elecciones del Edomex”.
En entrevista con El Universal, el historiador y analista político José Antonio Crespo, señala que es posible que la detención de Jesús Murillo Karam esté relacionada con los narcobloqueos, la quema de negocios y los homicidios de civiles que han llevado al caos al país en las últimas semanas. Además, aunque advierte que no hay elementos suficientes para establecer una relación entre la liberación de Rosario Robles y la detención del exprocurador, en el caso de Robles siempre hubo detrás una intención política, ya que fue detenida y estuvo en la cárcel por un delito no grave.
A José Antonio Crespo, se suman Raúl Trejo Delarbre y el catedrático José Perdomo, pues los tres coinciden en que “ambos casos, ocurridos el viernes, confirman que en el país hay una aplicación selectiva de la justicia en contra de adversarios, lo cual sigue minando el Estado de derecho”.
Tras la detención de Murillo Karam, José Antonio Crespo publicó en su cuenta de Twitter que el caso Ayotzinapa “se considera Crimen de Estado, pero hay tres figuras clave del Estado que han sido o serán exoneradas: Peña Nieto, el hoy secretario de Marina, jefe en Guerrero en ese entonces, y García Harfuch jefe de la Policía Federal en Guerrero en ese entonces. Crimen de Estado a modo”.
El secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, Omar García Harfuch, era coordinador estatal de la policía Federal en Guerrero al momento de la desaparición de los 43 normalistas y, de acuerdo con información reportada por El Financiero, la FGR señaló durante la audiencia de Murillo Karam que García Harfuch se había reunido con Tomas Zerón de Lucio, exdirector de la Agencia de Investigación Criminal, y con exprocurador. No obstante, García Harfuch asegura que estaba en Michoacán, como parte de la Policía Federal:
“Es importante precisar que cuando suceden esos hechos, es importante decir donde estaba yo. Yo estaba en Michoacán, exactamente en Buenavista, Tomatlán y en Nueva Italia, Michoacán. Yo no estaba en Guerrero, si hubiera estado en Guerrero, por supuesto salir a asumir y dices ‘mes hago responsable de la Policía Federal’”, señaló el secretario de Seguridad Ciudadana.
Con información de El Universal y El Financiero
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