#Especial: López Obrador recurre al Ejército y abre la puerta al militarismo

El Presidente ha permitido la preponderancia del poder militar sobre el civil en términos políticos

Por Jorge de Luna
Twitter: @JorgedeLuna

La militarización en el país ya es un hecho desde hace 20 años cuando el Ejército tomó las funciones de los cuerpos policiacos debido al desbordamiento de la delincuencia que ha dejado más de 200 mil personas asesinadas, 40 mil desaparecidos y un centenar de ejecuciones extrajudiciales.

“Hay militarización en unos aspectos como la seguridad pública, pero sobre todo una tendencia militarista, es decir, de la expansión del poder militar sobre esferas de poder tradicionalmente civiles”, dijo Sergio Padilla Oñate, especialista en temas de seguridad y militarismo por el Colegio de México en entrevista con CiudadanosEnRed.

Sin embargo, hay un término que se confunde y, que incluso esto sí es peligroso, el militarismo, porque el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, le abrió la puerta a militares para que busquen incrustarse en asuntos políticos del país.

No solo no sacó al Ejercito de las calles y los regresó a los cuarteles en seis meses, como lo prometió en campaña el morenista, sino que otorgó facultades y espacios a las fuerzas castrenses que rompen con la estructura democrática, advirtió Padilla Oñate.

Padilla Oñate, candidato a doctor por el Colegio de México, alertó: Si los militares toman el control de la mayoría de las instituciones civiles, los ciudadanos tendremos cada vez menos oportunidad para influir en el rumbo de esas instituciones.

El 11 de mayo de 2020, se publicó en el Diario Oficial de la Federación el acuerdo por el que “se dispone de la Fuerza Armada permanente para llevar a cabo tareas de seguridad pública de manera extraordinaria, regulada, fiscalizada, subordinada y complementaria”.

Al respecto, el investigador dijo que “para desmilitarizar el país no sólo necesitamos controles civiles para las fuerzas armadas, sino también procesos civiles para las policías que tanto se insiste son la solución al problema”.

Manifestó que en campaña el Presidente de México prometió otras cosas, y aclaró que es normal, sin embargo, cuando toma posesión Andrés Manuel, se pone a dialogar con el Ejército, se da cuenta del poder y la influencia real y “decide darles más poder”.

Control político por parte del Ejército

Sergio Padilla manifestó la militarización y el militarismo, es la ruptura de la estructura democrática de las relaciones cívico militares.

“Eso sí es peligroso”, sentenció.

Los militares están yendo a puestos de cargos públicos que les permite exhibirse públicamente y entonces actúan como políticos e intervienen en la política nacional.

El Presidente contrario a sus apuestas de campaña desde 2012 de “regresar al Ejército en seis meses a los cuárteles”, no solo no sucedió cuando por fin ganó la Presidencia, sino además de poner a un general en el mando operativo de la Guardia Nacional, otorgó obras públicas como la construcción del aeropuerto Felipe Ángeles y la edificación de hospitales.

Ahora, también, las Fuerzas Armadas, tienen el control de 102 puertos y aduanas del país, que conecta con más de 145 países y en los que se mueven 240 millones 188 mil 924 millones de toneladas.

“Hemos tomado la decisión (…) de que aduanas terrestres y marítimas estarán a cargo de la Secretaría de Defensa y (de la) Marina, y lo mismo en los puertos (…) y se evite la introducción de drogas”, anunció el mandatario el pasado viernes 17 de julio de 2020 en su conferencia de prensa.

Fue la gota que derramó el vaso para que el ingeniero Jiménez Espriú rompiera con Andrés Manuel.

En una carta breve y clara, el funcionario en vías de separación, expresó su desacuerdo con la decisión presidencial.

“Lamento profundamente no haber tenido éxito en transmitirle mi convicción y mi preocupación, sobre la grave trascendencia que tiene esta medida para el presente y el futuro de México, tanto en lo económico como lo político”, mencionó en su carta de renuncia.

La salida del Secretario de Comunicaciones y Transportes, pieza clave para la cancelación del aeropuerto de Texcoco, es relevante y un golpe al lopezobradorismo.

Aunque en sus decisiones, ya es claro que el Presidente no escucha a su circulo cercano, así pasó Carlos Urzúa, exsecretario de Hacienda; con Germán Martínez Cázares, exdirector del IMSS y cuatro más funcionarios que han desfilado por la vía de la renuncia.

Al respecto, el invesigador Sergio Padilla en entrevista se pregunta: ¿Los secretarios de Marina y la Defensa Nacional qué le estarán diciendo al Presidente. Cómo le estarán llegando a sus oídos?

“Influenciar en las acciones políticas del país sí es peligroso, porque entonces, ellos (los militares) tienen intereses en donde no deberían y tendrían que estar concentrados en la defensa”, advirtió.

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