Las razones para ir a Washington

Donald Trump

Martha Anaya

Dice Andrés Manuel que sí, que sí va a Washington a reunirse con Donald Trump. Que lo más probable es que sea en la primera semana de julio, aunque no el día 1° porque ese día –miércoles de la próxima semana- se cumplen dos años del “histórico triunfo” que lo llevó a la Presidencia de la República.

Para esa fecha conmemorativa, López Obrador tiene previsto dar un mensaje desde Palacio Nacional, acompañado por miembros de su gabinete y la presencia de algunos medios de comunicación, guardando la sana distancia, al estilo de las Mañaneras.

De ahí que es probable que el viaje del Presidente se lleve a cabo los días subsecuentes.

AMLO está a la espera de que el mandatario estadounidense corra una invitación semejante al Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau (él mismo se lo planteó al canadiense), para enmarcar el encuentro en el arranque del nuevo Tratado de Libre Comercio (T-MEC) y tratar de diluir así que su reunión con Trump sea vista por tirios y troyanos como un “espaldarazo” para la reelección del actual inquilino de la Casa Blanca.

El área diplomática mexicana sabe del altísimo costo de este viaje del tabasqueño. Más, cuando –a poco más de cuatro meses de las elecciones- las encuestas muestran un desplome de la imagen del republicano y sitúan al demócrata Joe Biden casi diez puntos arriba.

El problema para AMLO es que no le quedó de otra.

Por más que el tabasqueño se hizo el renuente y envió “mensajes” sobre lo inconveniente de viajar en estos momentos a Estados Unidos por aquello de los contagios del Covid-19 –incluso por ello evitó trasladarse en avión en sus últimas giras-, Trump insistió en su presencia.

Lo necesita para conseguir votos (de la comunidad latina).

López Obrador está sin margen para negarse. Y no sólo por el T-MEC y los respiradores que supuestamente nos ayudó a conseguir para enfrentar la pandemia. El propio mandatario lo explicó así:

“Además, ha habido una relación de respeto a nuestra soberanía; no hemos tenido con él diferencias de fondo, ha sido respetuoso e incluso ha habido cooperación.

“Cuando había la intención de establecer aranceles a las mercancías que se producen en México y se venden en Estados Unidos, se llegó a un acuerdo luego de una negociación en vez de decidir por la confrontación.

“También cuando los países productores de petróleo, de OPEP, pidieron una reducción a la producción petrolera y Trump aceptó asumir la reducción de 250 mil barriles para completar a México”.

Así que, resumiría, “quiero ir a agradecerle…”

Y no, no será una visita de Estado.

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