La ventana de Overton en México

Overton

Autor: Esteban Illades

A mediados de la década de los 90 del siglo pasado, Joseph P. Overton, vicepresidente de un think-tank estadunidense, ideó el concepto que ahora lleva su nombre: “la ventana de Overton”.

La idea es sencilla: la ventana es el espectro en el que las políticas públicas son aceptables por el grueso de la sociedad. El aborto, por ejemplo, estaba fuera del espectro hace unos años, y hoy comienza a incorporarse al rango de lo aceptable dentro de nuestro país. Lo mismo con el matrimonio entre parejas del mismo sexo. Es decir, la ventana se mueve. No es fija.

Sin embargo, la ventana también sirve para incorporar conceptos tóxicos dentro de la conversación pública. En Estados Unidos, desde la elección de Donald Trump, se ha deslizado peligrosamente hacia la derecha. Cada vez más gente tolera el racismo sin ambages de su presidente, cada vez son menos quienes se quejan de que haya niños migrantes enjaulados dentro de su país. El discurso protofascista se ha vuelto común, y ahora penetra incluso hasta los medios de comunicación. Para algunos, incluso, protofascista es el nuevo “normal”.

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En México el gobierno no mueve la ventana de Overton de forma tan clara. Pero durante el último año y medio hemos atestiguado algunos intentos por darle un empujón fuerte en direcciones que hasta hace poco parecían intolerables.

Por ejemplo: la iniciativa del diputado Robles para repartir las reservas internacionales entre los mexicanos. También está aquella iniciativa que pretende descabezar al Instituto Nacional Electoral. O la más reciente, la iniciativa presentada por la senadora Luévano, que trastocaría la separación entre Estado e Iglesia.

A escala local el caso más atroz es la llamada Ley Bonilla, que alargó el mandato del gobernador electo de Baja California de dos a cinco años una vez realizada la elección.

La mayoría de las veces el gobierno se ha deslindado de lo propuesto tras la dura respuesta en medios y en redes. Pero en otros, como con la Ley Bonilla, ha guardado un sepulcral silencio.

La ventana de Overton debe moverse con los tiempos. Pero es deber de la ciudadanía decir en qué dirección. Porque si se deja en manos de unos cuantos, es probable que acabemos todos cubiertos de vidrio.

@esteban_is

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