La Supervía Colosio de la ciudad de Pachuca, Hidalgo, se ha convertido en una obra de infraestructura muy polémica. Con la reciente tragedia de la Línea 12, vale la pena preguntarse qué sucede con la infraestructura urbana puesto que, en este caso, parece sólo beneficiar a los automovilistas y dejar de lado la seguridad y movilidad del resto de la ciudadanía.
Presumían seguridad, pero ya han muerto dos personas
Esta obra es conocida como uno de los grandes proyectos del gobernador Omar Fayad, quien inauguró los pasos elevados en diciembre de 2020. En aquel momento, el gobernador aseguró que sus “obras de modernización no requerirán de mantenimiento en los próximos 20 años y permitirá traslados rápidos, seguros y sin semáforos”, según reportó El Sol de Hidalgo.
Con una inversión de 398 millones de pesos, se hablaba también de su beneficio para más de 3 millones de habitantes. Sin embargo, la obra quedó marcada por la tragedia luego del accidente del pasado 18 de marzo, donde murieron una mujer que iba en la banqueta con sus dos hijos, uno de los cuales falleció también y el otro resultó herido. Finalmente, la conductora, quien conducía a exceso de velocidad fue identificada y remitida ante las autoridades. En una grabación de los hechos se puede apreciar cómo se desvía del camino para impactar en la banqueta, donde arrolló a las tres víctimas.
Los peatones están en riesgo permanente
Una de las principales críticas a la Supervía Colosio es la prioridad que le ha dado a los automovilistas. Según un reporte de La Silla Rota Hidalgo, el cruce de las calles a lo largo de la obra enfrenta a los peatones a situaciones que ponen en riesgo su seguridad.
Destacan la alta velocidad de los autos, las malas conductas del transporte público y el paso en sitios no permitidos representan un peligro, ya que la mayoría de homicidios culposos en la entidad son por accidentes de tránsito”.
En el recorrido realizado por este medio, se pudo observar que los automóviles circulan a alta velocidad, generalmente rebasan los 100 kilómetros por hora, pese a que la recomendación es de 80 kilómetros por hora y no bajan la velocidad cuando llegan a los semáforos. Debido a ello, los peatones, quienes tienen alrededor de un minuto para poder cruzar la calle, no suelen contar con el tiempo necesario para hacerlo. También se reportó que los conductores de transporte público dejan a los usuarios en lugares no permitidos y lejanos a los puentes.
El 95% de la infraestructura que se ha construido en la zona metropolitana de Pachuca está centrada en la movilidad de los automóviles; mientras que el 5% restante se divide entre ciclistas y peatones.
La Silla Rota Hidalgo
En redes sociales, los ciudadanos han denunciado la vulnerabilidad en la que viven los peatones. De acuerdo con un testimonio, el gobierno de la entidad “insiste en priorizar vehículos y su velocidad haciendo vías rápidas dentro de la ciudad. Nunca es culpa del peatón, es la infraestructura que construyen. Felipe Ángeles y Colosio se han vuelto un riesgo mortal para peatones y no, los puentes antipeatonales no son solución”.
El “Supertobogán” Colosio
Aunado a lo anterior, en abril las fuertes lluvias y granizadas ocasionaron inundaciones en la obra, la cual incluso tuvo que cerrarse para llevar a cabo labores de desazolve. En las imágenes de los encharcamientos que fueron difundidas en las redes sociales se puede ver cómo los vehículos tuvieron que transitar por tramos de los puentes elevados que estaban completamente encharcados.
Tras el encharcamiento del distribuidor vial 11 de Julio de la Supervía Colosio a la altura de la colonia CTM en Mineral de la Reforma, el secretario de Obras Públicas y Ordenamiento Territorial, José Ventura Meneses Arrieta, señaló que esto obedeció al arrastre de material suelto entre basura, tepetate y perros muertos”, informó el diario Milenio el pasado 14 de abril.
Con información de El Sol de Hidalgo, La Silla Rota y Milenio
Foto de portada: Twitter / @AiresDeHidalgo
