Autor: Alfredo González
Algo no anda bien en el Centro Histórico de la CDMX: 19 dirigentes de comerciantes ambulantes han sido asesinados en lo que va del año.
La mayoría de estos casos ya están en manos de las autoridades, principalmente la Procuraduría local, pero más allá de las investigaciones, el Primer Cuadro de la capital se ha convertido en tierra de todos y nadie.
Presuntos grupos del crimen organizado, líderes políticos y asociaciones de comerciantes formales e informales mantienen una guerra permanente por el domino de las calles.
El titular de la alcaldía de Cuauhtémoc, Néstor Núñez, está totalmente rebasado. Aplica la política del avestruz, sin capacidad para resolver un añejo problema de la demarcación que se agudiza con el paso del tiempo.
Además de los dirigentes asesinados, algunos en activo están amenazados de muerte, porque ellos mismos y sus agremiados se niegan a pagar derecho de piso.
Uno de los casos más sonados fue el de Raymundo Pérez, quien en el mes de abril anunció la posibilidad de crear grupos de autodefensa para hacer frente a las extorsiones, amenazas, torturas, cobros de piso, secuestros y asesinatos de los que habían sido víctimas.
En aquel momento señaló a la organización delictiva La Unión de Tepito, como la principal responsable. Tres semanas después fue asesinado afuera de su casa en la Gustavo A. Madero.
La Procuradora Ernestina Godoy tomó el caso en sus manos y confirmó que la principal línea de investigación vincula a la Unión Tepito.
El gobierno de la ciudad ya cuenta con un diagnóstico muy completo sobre este problema, y me adelantan que en breve se dará a conocer.
Ayer, efectivos del Grupo de Reacción Inmediata de la PGJ y elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, que encabeza Omar García Harfuch, realizaron un nuevo operativo en la zona de Tepito en busca de las cabecillas de grupos criminales.
Estos operativos, me dicen, serán permanentes. Y qué bueno que así sea, porque las amenazas a los dirigentes de comerciantes ambulantes, que en el pasado eran intocables, ahora son el pan de todos los días en el Centro Histórico.
Eso no es lo peor, las amenazas a comerciantes ya se extendieron a otras colonias como La Roma, Condesa y Polanco.
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La disputa por la coordinación de Morena en el Congreso de la capital es reflejo de problemas más grandes al interior de ese partido.
Su cohesión estaba con alfileres y apenas se salió Ricardo Ruiz todo se quebró. Todo por la falta de un partido estatal armado, con estructura, programa, plataforma y agenda. No hay quién ponga en orden a los diputados. Incluso, pocos saben el nombre del líder capitalino.
Lo que algunos esperan es que, ante la falta de acuerdos, no le pidan a Ruiz regresar, mientras que la oposición se tarda en leer ese problema que podría aprovechar hacia la elección intermedia.
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Y como dice el filósofo… Nomeacuerdo: “El cobarde sólo amenaza cuando está a salvo”.
POR ALFREDO GONZÁLEZ CASTRO
ALFREDO.GONZALEZ@HERALDODEMEXICO.COM.MX
@ALFREDOLEZ
