Aunque la CDMX ya presentó las primeras investigaciones, aún no hay responsables claros y se ha hecho énfasis en las deficiencias del proceso constructivo como la ausencia de pernos y malas soldaduras.
Después de la conferencia de prensa en la que se dio a conocer el informe con el análisis de la investigación de la empresa DNV, el cual señala que el accidente fue ocasionado “por una falla estructural asociada a deficiencias en el proceso constructivo”, aún no hay señalamientos claros sobre las autoridades que deberán responder ante las autoridades por la tragedia.
No obstante, se descartaron problemas en el mantenimiento y se habló de fallas atribuibles al personal de construcción: ausencia de pernos e irregularidades en su colocación y fallas en las soldaduras que unían las viguetas de acero y las losas de concreto. Esto, a pesar de todos los problemas reportados desde 2014 y 2015, cuando la compañía francesa SYSTRA informó que “el diseño tenía 15 curvas demasiado cerradas, los peraltes no eran los indicados y había incompatibilidad entre el material rodante (los trenes)” según reportó del periódico Reforma.
Al comentar el peritaje dado a conocer ayer estimaron que, si bien pudo haber sido determinante la mala calidad de la soldadura realizada en una de las uniones, no lo sería tanto la colocación deficiente de pernos pues, al ir en línea recta, no hay esfuerzos laterales y la losa estaba bien apoyada”, publicó el periódico Reforma, con información de expertos a los que consultaron sobre el caso, quienes aseguran que difícilmente se podrá atribuir el colapso de la estructura a una sola causa.
El reportaje publicado recientemente por The New York Times hizo un señalamiento claro: al gobierno de Marcelo Ebrard le urgía que la construcción de la Línea 12 concluyera antes de que se terminara su mandato como jefe de Gobierno de la capital. “Además, en enero de 2015, la consultora alemana TÜV Rheinland Rail Services —también contratada por la CDMX— recomendó cambiar los convoyes arrendados a la empresa CAF, pues son incompatibles con las vías”, señala Reforma.
Pese a todo, el canciller Marcelo Ebrard sigue en la “sala de espera” para saber quién será finalmente la persona que pagará por las 26 muertes que no debieron suceder el pasado 3 de mayo. Lo acompañan Mario Delgado, dirigente de Morena; Francisco Bojórquez, exdirector del Metro; Enrique Horcasitas, director de la Línea 12; Miguel Ángel Mancera, exjefe de Gobierno; Joel Ortega y Jorge Gaviño, exdirectores del Metro; la propia Claudia Sheinbaum y Florencia Serranía, actual directora del Metro, y quien permanece extrañamente “desaparecida” desde el accidente.
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Con información de Reforma
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