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En México, la gran mayoría de las empresas son consideradas pequeñas y medianas (Pymes), y son ellas las que generan la mayor cantidad de empleos en el país. Sin embargo, este sector es el que recibe menos apoyo y enfrenta opciones limitadas tanto en términos de financiamiento como de acceso a fortalecimiento tecnológico y capacidad de innovación.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha designado el 27 de junio como el Día de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MiPymes). Por ello, a continuación te presentamos algunos datos relevantes sobre las MiPymes en México.
Según una investigación realizada por Vestiga Consultores, ocho de cada diez pequeñas y medianas empresas en México sienten que reciben poco o ningún apoyo por parte del gobierno federal para el desarrollo de sus negocios.
De acuerdo con el estudio, el 39% de las empresas considera que no existen políticas públicas que fomenten el crecimiento empresarial, mientras que el 45% señala que existe un apoyo insuficiente. Solo el 12% menciona que existe un apoyo más o menos adecuado, y tan solo el 4% percibe un apoyo significativo.
En el año 2019, el gobierno federal eliminó el Instituto Nacional del Emprendedor (Inadem), el cual era responsable de promover y distribuir apoyos a emprendedores y pequeñas y medianas empresas. Esta decisión ha generado inquietud y descontento entre el sector empresarial, ya que ha limitado las opciones de financiamiento y apoyo para su desarrollo.
Después de la eliminación del Instituto Nacional del Emprendedor (Inadem), la responsabilidad de administrar los apoyos fue transferida a la Unidad de Desarrollo Productivo de la Secretaría de Economía. El objetivo de esta transferencia fue entregar los apoyos directamente a emprendedores y mipymes, eliminando intermediarios.
Según la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX), el Inadem contribuyó a la creación de 42 fondos de inversión de capital de riesgo mexicanos, los cuales jugaron un papel importante en la inversión en emprendedores.
Sin embargo, en los últimos años, se han implementado diversas iniciativas para impulsar a las mipymes en el país. Entre ellas se encuentran el Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares. Asimismo, durante la pandemia, el gobierno federal anunció los programas Tandas para el Bienestar y Crédito a la Palabra, que ofrecieron montos de 25 mil pesos para respaldar la supervivencia de los negocios.
Pese a lo anterior, los emprendedores consideraron que estas medidas no fueron suficientes y solicitaron incentivos fiscales más amplios.
El estudio, realizado con la participación de 993 pequeñas y medianas empresas, revela que solamente el 8% de las empresas encuestadas ha obtenido algún tipo de apoyo federal en los últimos tres años. Además, el 89% de las empresas consideró que las políticas y leyes gubernamentales dirigidas hacia las empresas locales son poco amigables o no brindan respaldo suficiente.
Sergio Díaz, director de Vestiga, dijo que estos datos explican los bajos niveles de inversión privada en México.
“La comunidad empresarial no sólo no aprecia la existencia de verdaderas políticas de fomento económico y de atracción de capital, sino incluso cierta hostilidad en el discurso oficial que desalientan la toma de riesgos que siempre conllevan el emprendimiento y la toma de riesgos. No hay parálisis económica pero tampoco los niveles de actividad que podríamos tener, desafortunadamente”, destacó.
De acuerdo con los datos recopilados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) a través de la Encuesta Nacional de Financiamiento de las Empresas (Enafin) en 2021, se registraron 280 mil 489 empresas en México con seis o más personas ocupadas en cada una de ellas. De este total, el 5.1% correspondía a empresas grandes, el 6.9% a empresas medianas, el 35.3% a empresas pequeñas y el 52.8% a microempresas.
Es importante tener en cuenta que esta encuesta del Inegi incluye únicamente empresas legalmente constituidas y se realiza en localidades con una población de 50 mil habitantes o más. Por lo tanto, estos datos no abarcan negocios informales ni sectores como el agropecuario.
Resulta llamativo que, dentro de este universo de empresas, se haya registrado una disminución en el nivel de ocupación en los últimos tres años de la información vigente. En 2019, el Inegi estimó que había 14.5 millones de personas ocupadas en estas empresas. Esta cifra se redujo a 13.73 millones en 2020 ya 13.63 millones en 2021.
El Inegi también informó que, al menos seis de cada 10 cargos directivos en empresas mexicanas con más de seis empleados son ocupados por hombres. Estos datos se han mantenido sin cambios significativos en los últimos tres años, lo que resulta en una desigualdad persistente en el acceso de las mujeres a prestaciones laborales, salarios más altos y oportunidades de crecimiento profesional, laboral y personal.
En el año 2019, se estimó que había un total de 776 mil 605 personas ocupando cargos directivos en empresas. De este grupo, el 61.27% eran hombres y el 38.73% eran mujeres. En el año 2020, de los 754 mil 962 directivos empleados, el 60.57% eran hombres y el 39.43% eran mujeres. Asimismo, en el año 2021, de los 739 mil 154 ocupados en esos niveles, el 60.92% eran hombres y el 39.08% eran mujeres.
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Con información de El Economista y Excélsior.
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