Por Gabriela Rivera
@gabs_07
La Ciudad de México cuenta con casi 60 mil cámaras de vigilancia en las 16 delegaciones del país, con el objetivo de prevenir el delito y coadyuvar en las investigaciones de delitos ocurridos en la calle de la capital.
Sin embargo, solo en 11% de los delitos de alto impacto existe el video que puede ayudar en la investigación, en el resto de ellos no se puede asegurar que la cámara funcione o que haya captado el momento en el que ocurre el hecho.
A Carlos lo asaltaron hace tres semanas en la colonia Narvarte y había una cámara justo en la esquina de la cuadra donde ocurrió el atraco. Cuando acudió a denunciar el hecho, pidió que se usara el video de la cámara para ayudar en la investigación; el Ministerio Público la solicitó, pero le respondieron que la cámara tenía semanas sin funcionar y por lo tanto no existía evidencia de lo que había ocurrido.
“La autoridad se lava las manos diciendo que las cámaras no sirven y uno tiene que andar consiguiendo las pruebas. Ahora estoy pidiendo a los vecinos de esta cuadra que me compartan las grabaciones de sus cámaras, a ver si una de ellas logro captar el momento”, cuenta el joven de 32 años.
Como él, decenas de ciudadanos se han topado con la misma respuesta una y otra vez cuando solicitan a la autoridad los vídeos como la evidencia de un delito o para resolver algún conflicto ciudadano.
A Juan Carlos le pegó un automovilista que venía distraído con el celular y se pasó el alto en las calles de la colonia Doctores. Como la persona no quiso aceptar su culpa se fueron al MP y Juan Carlos estaba confiado en que le pagaría su puerta porque había una cámara de vigilancia justo en ese lugar, junto al semáforo.
El juez solicitó el video y, después de 3 horas de esperar la prueba, la Secretaría de Seguridad Ciudadana respondió que no podía darlo porque la cámara no servía.
“Pasé 6 horas allí, entre que el juez me atendió, revisó el caso, pidió el video y enviaron la respuesta, para que al final salieran con la respuesta de siempre. ¿Para qué pagamos algo que nunca sirve?”, cuestionó.
En una entrevista que dio Juan Manuel García Ortegón, coordinador del C5, al periódico La Prensa el año pasado, explicó que diariamente entregan 200 videos a la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad que ayudan a esclarecer un delito, pero solo 15 de ellos ayudan a la resolución de este.
“De los delitos de alto impacto, alrededor del 60 o 65 por ciento ocurren en el perímetro de las cámaras, ósea que 6 de cada 10 ocurren en un perímetro a distancia de 200 metros de una cámara obviamente que esto no quiere decir que de todos vamos a tener video porque la cámara solo tiene 53 grados de visión y puede ser que la cámara esté apuntando hacia otro lado”, justificó García Ortegó en esa entrevista.
De acuerdo con el funcionario, a partir de 2019 se pondrían nuevas cámaras con visión de 360 grados, que ayudarían a captar todos los ángulos posibles y así tener más pruebas que ayuden en la resolución de delitos.
El gobierno de la Ciudad de Mexico anunció que a lo largo de este año pondrían 20 mil nuevas cámaras de vigilancia con capacidad de almacenamiento de 30 días y herramientas de análisis de video que seguirán contribuyendo a reducir y castigar el delito en el país.
Mientras los ciudadanos no reciben ayuda del C5 y sus miles de cámaras, otros delitos se han resuelto gracias a la videovigilancia.
La semana pasada se dio a conocer que gracias a la cámaras de vigilancia, se detuvieron a dos hombres involucrados en el robo de 38 mil medicamentos contra cáncer infantil.
De acuerdo con los primeros reportes, las cámaras captaron una parte de la ruta de las 4 camionetas donde cargaron los fármacos, y posteriormente, se logró identificar una camioneta con dos sujetos que intentaban deshacerse de los medicamentos, ante la difusión que se le dio al caso
Las autoridades celebraron esta acción en un caso controvertido. Sin embargo, otros se preguntaban por qué aquí sí funcionaron las cámaras y pudo resolverse el delito.
De igual, manera las autoridades han mostrado su capacidad de vigilancia para resolver otros casos, como el robo de unos equipos de hemodiálisis en un hospital de la alcaldía Cuauhtémoc, que fueron recuperados gracias a la videovigilancia.
Sin embargo, hsta el momento no existe una estadística clara de la autoridad capitalina que explique cuántos casos se han resuelto con la ayuda de los videos de las cámaras de vigilancia y cuál es el aporte real a la seguridad de los capitalinos.
