En México, cada 28 de agosto se celebra el Día de los Abuelos, una fecha para consentir a las cabecitas blancas que nos han hecho tan felices y que la han pasado muy mal desde la llegada del COVID-19. En esta tercera ola, ¿cómo puedes consentirlos?
Un buen momento para agradecer
Aunque este sábado se festeja Día de los Abuelos, es necesario recordar que estamos en medio de la tercera ola de COVID-19 y que los adultos mayores continúan siendo muy vulnerables ante la enfermedad. A pesar del avance de las vacunas. Por ello, al momento de expresarles todo el agradecimiento y cariño que se merecen, debemos tener el mente la gran importancia de seguir cuidando su salud.
Por ello, te recomendamos tener mucho cuidado, evitar los lugares con mucha gente o aglomeraciones y cumplir con todas las medidas de prevención necesarias para mantenerlos protegidos de cualquier posible contagio. Recuerda también que si tu abuela o abuelo tienen alguna enfermedad crónica, como diabetes o alguna enfermedad del corazón, obesidad, o cualquier factor de riesgo frente al COVID-19, sería preferible no salir este fin de semana, pues son los días con mayor cantidad de gente en la calle.
En vez de salir a pasear, puedes llamarles para felicitarlos y platicar con ellos sobre cómo se han sentido últimamente. Les hará muy bien sentirse escuchados y valorados. También podrías organizar una videollamada familiar o una visita con pocas personas que sigan los protocolos sanitarios y llevar un regalo que haya pasado por un spray desinfectante.
Respetar sus derechos, un objetivo de esta conmemoración
Además, también es un buen momento para reconocer las complejas situaciones que enfrentan las personas de la tercera edad, quienes no solo tienen una mayor fragilidad en términos de salud, sino que también son víctimas de graves fenómenos como la violencia y el abandono. Para ello surgió esta conmemoración, que busca convertirse en un espacio de reconocimiento a todas las aportaciones de nuestras abuelas y abuelos en todos los ámbitos, como el cultural, económico, social, familiar, además de luchar por el respeto a sus derechos y su acceso a una vida digna.
Con información de El Financiero
