Un alumno de secundaria de Coahuila apuñaló a su maestra con un arma blanca y esto nos lleva a reflexionar qué está pasando con las infancias y juventudes mexicanas, las cuales han crecido en un ambiente de violencia que lamentablemente ha derivado en violencia escolar y agresiones a maestros y compañeros. ¿Qué podemos hacer para evitar que esto siga ocurriendo?
Alumno apuñala seis veces a su maestra
Un alumno de la Escuela Secundaria General No. 1 Rubén Humberto Moreira Flores, ubicada en el municipio de Ramos Arizpe, Coahuila, atacó a su maestra de español con un arma blanca, apuñalándola seis veces en la espalda, en una agresión que quedó registrada por una cámara de video que la escuela había colocado en el salón. Las imágenes, que se viralizaron en redes sociales, han impactado a la sociedad mexicana por la facilidad con la que el adolescente lleva a cabo esta acción enfrente de todos sus compañeros para luego huir por la puerta del aula.
También puede apreciarse que, tras el ataque, la profesora Patricia Eugenia, de 59 años, cayó al suelo, por lo que fue trasladada a un hospital y posteriormente se informó que no había sufrido heridas de gravedad y se encuentra fuera de peligro. La Procuraduría para Niños, Niñas y la Familia de Coahuila informó que ya investiga el caso y aseguró que el Operativo Mochila se fortalecerá en la entidad para garantizar la seguridad de profesores y alumnos.
Sin embargo, este nuevo caso de violencia escolar nos recuerda las tragedias que han ocurrido en escuelas mexicanas a causa de la violencia, como la agresión ocurrida el 18 de enero de 2017, cuando el alumno Federico “N”, de 16 años, del Colegio Americano del Noreste, en Monterrey. El adolescente balaceó a su maestra y compañeros con un arma calibre 22 que llevaba en su mochila, ocasionando la muerte de su maestra, quien falleció dos meses después a causa de la agresión, así como lesiones en tres de sus compañeros y posteriormente se suicidó.
¿Cuáles son las causas de la violencia en los adolescentes?
De acuerdo con la Revista Iberoamericana de Educación, hay factores que dinamizan la violencia en niños y adolescentes, entre los que se encuentran: rupturas familiares, mal uso del tiempo, desintegración de valores y marginalidad social. Asimismo, el Sindicato Independiente de Trabajadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (Situam) explica que el entorno en que se desarrollan es una de las causas que más influencia en los jóvenes que cometen actos violentos:
“Las causas de la violencia escolar en México son múltiples, pero una de las principales es la influencia del entorno en el que los niños y jóvenes crecen. Si provienen de hogares violentos, pueden aprender que la violencia es una manera aceptable de lograr sus objetivos. Además, la permisividad de los adultos o la falta de intervención por parte de las autoridades puede normalizar la violencia entre los estudiantes”.
Por su parte, desde 2016, el gobierno federal advirtió que en México, “la violencia en las escuelas es cada vez más grave y se encuentra en ascenso, por lo que se ha convertido en un tema de interés nacional”, en este sentido, señala también la influencia que tiene “un entorno que acepta y legitima las conductas violentas debido a la cultura arraigada de agresiones que se tiene en la sociedad, aunado a la falta de una cultura de respeto a los derechos humanos de las niñas, niños y adolescentes”. Además, indica que algunas de las causas de la violencia escolar son:
- Predominio de la violencia entre iguales ante el desconocimiento de formas eficaces para resolver conflictos
- Insuficiencia de información sobre los tipos y los efectos de la violencia en la escuela
- Ausencia de mecanismos eficaces para prevenirla y erradicarla
- Políticas criminalizantes
- Falta de vinculación de la violencia escolar con el entorno personal y social
- Inexistencia de una configuración normativa adecuada
¿Qué hacer en caso de violencia en la escuela?
Es muy importante que docentes y padres de familia estén muy atentos para identificar cuando se presenten comportamientos violentos en las escuelas y no considerarlos “cosa de niños” ni “juegos”, sino saber detener y prevenir agresiones verbales, acoso escolar y conductas inadecuadas que falten al respeto a los profesos.
En estos casos, es muy importante apoyar y proteger a las víctimas, pero también brindar orientación psicológica a los agresores para que sean capaces de “reconocer sus comportamientos y no reincidir en ellos. Brindarle el apoyo necesario para que se reincorpore a la comunidad escolar”, según explica el Protocolo de prevención, detección y actuación en casos de acoso escolar publicado por la Secretaría de Educación de Tamaulipas, y que aquí te compartimos:
Protocolos_TamaulipasCon información de El País, Infobae, Revista Iberoamericana de Educación
