Inconsistencias entre el diseño, avance en etapas de la obra y presupuesto empañan la promoción de los proyectos emblema de la 4T.
Lo que mal empieza…
El arquitecto Axel Belfort ha insistido constantemente en sus análisis compartidos en Twitter que una de las obras emblemas del presidente Andrés Manuel López Obrador, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, presenta serias inconsistencias en el diseño y avance en la construcción de la obra, un asunto que insiste “debe preocuparnos a todos los mexicanos”.
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El AIFA fue anunciado de manera oficial el 23 de agosto del 2018, a través de la página web del presidente electo Andrés Manuel López Obrador. En el comunicado se incluía la primera versión del Plan Maestro así como el boceto firmado por el Grupo Rioboó. En un boceto se muestran ideas muy generales y sin detalle, no incluye las características técnicas mínimas de un proyecto arquitectónico para una construcción de tal calibre, sin embargo, AMLO se refirió al documento como “anteproyecto”, exagerando con ello el avance en el diseño del nuevo aeropuerto.
Con este documento se aventuró a la polémica consulta que decidió la cancelación del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, planeado en el sexenio anterior y cuya ubicación sería Texcoco, Estado de México.
Para noviembre de 2018, a menos un mes de su toma de posesión, se reunió con mandos militares de la Sedena en la base que el ejército mantenía en Santa Lucía, con el primer boceto en mano que contemplaba tres pistas simultáneas y la conservación de gran parte del viejo complejo habitacional militar.
Un proyecto trabajado sobre la marcha
15 de abril del 2019, la Secretaría de la Defensa Nacional presenta una segunda versión del Plan Maestro de Santa Lucía, que aparecía dentro del documento de Manifestación de Impacto Ambiental (MIA). Sin embargo era, al igual que el primero, un escueto esbozo pero mantenía la propuesta inicial de las tres pistas que funcionarían de forma simultanea. El objetivo, señala Belfort, era ganar tiempo para realizar un proyecto ejecutivo en forma, ya que en esta propuesta no se percataron que la vieja pista militar que planeaban reutilizar apuntaba directamente al Cerro de Paula.
“Todo arquitecto o ingeniero sabe muy bien que el diseño de cualquier proyecto de construcción pasa por al menos cuatro etapas: el boceto, el proyecto conceptual, el anteproyecto y el proyecto ejecutivo. Estas etapas tienen características específicas en términos del nivel de detalle y precisión de los planos, por lo que deben ocurrir sucesivamente y en ese orden. No es posible saltarse de una fase a otra sin haber pasado por las anteriores.”
No obstante, el 24 de ese mismo mes, AMLO anunció los inicios de la construcción de la obra sin contar con el proyecto ejecutivo. En su mensaje re-bautizó al proyecto como Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA). Tan solo dos días después, el General Gustavo Vallejo, ingeniero militar encargado de la construcción, mostró en conferencia matutina la tercera versión del Plan Maestro.
“Un plano, ahora, sí con tintes de etapa conceptual, más serio y totalmente diferente a las dos versiones anteriores que costaron millones pero no cumplían con los requerimientos mínimos de la etapa de diseño que pretendían representar.”
Aunque se vendió como un proyecto que competiría con el NAICM, una opción menos costosa pero igual de funcional, esta tercera versión tuvo que modificar sustancialmente lo pregonado por López Obrador: no contemplaría las tres pistas simultáneas prometidas porque la antigua pista militar no podría habilitarse para hacer vuelos por el factor del cerro de Paula; el complejo habitacional y de oficinas de la Sedena tampoco sería funcional así que debía demolerse; toda la ciudad militar ahora debía construirse al extremo sur del terreno. Pero el presidente seguía prometiendo un aeropuerto de clase mundial que no venía en los planos.
Básicamente se trabajó con lo que había, sobre la marcha y sorteando las dificultades que se fueron presentando y descubriendo.
Luego, los amparos
A la par, estalló la campaña #NoMásDerroches, misma que logró que el Poder Judicial bloqueara la construcción a través de múltiples amparos retrasando el arranque en los tiempos que tenía previsto el gobierno federal.
Paralelamente, la Sedena informó que el arquitecto Francisco González Pulido fue contratado para concretar el proyecto ejecutivo. Después de cuatro meses, se logra un cuarto Plan Maestro que, sospechosamente, jamás fue presentado a los medios. Con ese plano conceptual, aún débil pero con nociones claras, inician el 17 de octubre los trabajos de obra en Santa Lucía. La campaña #NoMásDerroches denunció que los trabajos comenzaron sin tener el proyecto final.
En el colmo de la confusión, el propio González Pulido presentó casi seis meses después un nuevo Plan Maestro que, de acuerdo con Belfort, difería de los cimientos ya construidos en Santa Lucía. El arquitecto sería despedido un par de meses después una vez que la Sedena obtuvo en concepto básico y mínimo funcional de la terminal de pasajeros.
La quinta pero no la definitiva
Por si no fuera suficiente, en enero de este año el General Gustavo Vallejo presentó lo que sería una quinta versión del Plan Maestro. Refirmando que una de las obras más importantes del sexenio se ha ido construyendo sin un mínimo de planeación.
Entre los ajustes se nota que las tres pistas del proyecto fueron compactadas y movidas hacia el sur para dejar libre de interferencia de la pista militar contra el Cerro de Paula; la ciudad militar gana espacio; la falta de pericia en los primeros diseños obligó a reducir el área del aeropuerto civil, con ello le decimos adiós definitivo a las tres pistas simultáneas; se necesita de más terreno para formar un colchón acústico al sur, así como más área de seguridad aérea y terrestre al poniente.
“Sólo ahora, con un diseño medianamente desarrollado, hubiera sido posible comparar al proyecto del Aeropuerto Felipe Ángeles con el del NAICM. Lo triste, por supuesto, es que incluso si se hubiera hecho esa comparación antes de dar luz verde a la construcción en Santa Lucía, el NAICM seguiría siendo muy superior. Prueba de esto es que el proyecto en Texcoco cuenta con el respaldo del Arquitecto Norman Foster, ganador del Premio Pritzker, y muchos otros expertos de clase mundial.
Y por fin ¿con cuántas posiciones contará el AIFA?
Para Axel Belfort las especulaciones sobre el total de posiciones del AIFA son por demás infructuosas, desde su experiencia profesional la clave está en revisar la Publicación de Información Aeronáutica (PIA).
“Documento oficial con el que los pilotos colocan las aeronaves en los puntos de embarque de los aeropuertos según su tipo, dimensiones, especificaciones e itinerarios. Dicho documento todavía no existe —al menos oficialmente— para ninguno de los dos proyectos, pues el NAICM está en pausa y el AIFA está retrasado en su construcción, diseño y logística.”
Empero, de acuerdo con la última publicación de la cuenta de Twitter del NAICM este tendría 163 posiciones, de las cuales 95 serían de contacto y 68 serían remotas. En el caso del AIFA, según la información de los planos de la obra, serían 45 posiciones, de las cuales 28 serían de contacto y 17 serían remotas. Aún así advierte: “estos números pueden variar mientras no se defina la logística del aeropuerto y se efectúen pruebas y simulacros de operatividad”.
Pobre porcentaje de avance a cinco meses de la inauguración
El tiempo apremia y a cinco meses de su inauguración, el 22 de marzo del 2022, la infraestructura que comprende desde la torre de control hasta la estación general de combustibles sigue pendiente. Lo que explicaría por qué nunca aparecen avances en estos rubros en los reportes semanales.
Pero, ¿Por qué es importante? Porque se trata de una serie de estructuras esenciales para el funcionamiento del aeropuerto:
• Terminal de carga internacional
• Terminal de carga doméstica
• Base principal de mantenimiento
• Hangares de aeronaves civiles
• Aviación general
• Terminal comercial de helicópteros
• Centro de respaldo de comunicaciones
• Hotel civil principal
• Centro de convenciones
• Centro comercial
• Instalaciones de servicio postal
• Comedor de empleados
• Estacionamiento para vehículos de carga
• Estacionamiento para empelados
• Edificio de oficinas del Servicio de Administración Tributaria
• Agencias aduaneras
• Zonas de bancos
• Centro médico
• Centro de detención
• Centro de operaciones de equipos de asistencia
Sin esto, sencillamente un aeropuerto internacional no puede operar de manera eficiente. Al tiempo que queda, debería ser para llevar a cabo pruebas ya con la infraestructura terminada y equipada con el mobiliario necesario. Tales como pruebas y simulacros de terrorismo, simulacros de emergencias aéreas y terrestres, simulacros de incendio y de sismo; pruebas a todos los sistemas contraincendios, las telecomunicaciones, la seguridad de circuito cerrado, etc.
No se sabe lo que se va a entregar
Para concluir, Axel comparte su indignación y seria preocupación sobre lo que el gobierno federal entregue en cinco meses sin haber contado nunca con un Plan Maestro que corresponda fielmente a lo que hoy se construye. Bajo la excusa de “seguridad nacional”, afirma, se burla el legítimo derecho de la ciudadanía a saber cómo y en qué se está gastando el presupuesto que sale del pago de impuestos.
“El gobierno de López Obrador entregará lo que le dé la gana. Al fin y al cabo, no tenemos un plano para contrastar con la realidad y saber si, a poco más de tres años, nos siguen viendo la cara.”
Con información de Nexos.
