Pilotos del AICM advierten que, de no tomarse las medidas necesarias para controlar la saturación aérea en CDMX y el Valle de México, las consecuencias podrían ser más graves y ocurriría un incidente mayor.
Saturación nunca antes vista
Tras el incidente del 7 de mayo en el AICM, en el que dos aviones estuvieron muy cerca de chocar, el temor en torno a los riesgos de la saturación aérea incrementaron. Varios pilotos advierten que, de no tomarse medidas adecuadas, las consecuencias podrían ser más graves y estaríamos al borde de un incidente de mayor calado. En este contexto, pilotos de dos aerolíneas hablaron con El Universal sobre la realidad que se está viviendo en espacio aéreo de la Ciudad de México y el Valle de México, un problema que está saturando fatiga colectiva y grandes preocupaciones.
Los pilotos, quienes pidieron al diario capitalino resguardar su identidad, informaron que nunca habían visto una saturación del espacio aéreo como la que derivó de la entrada en operación del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), y advierten: “estamos a nada de un incidente mayor”, un riesgo que no solamente es local, sino que les preocupa a nivel nacional.
“Durante estos meses aumentaron los incidentes en el espacio aéreo, no sólo en el Valle de México, sino a nivel nacional. Esto que acaba de verse entre dos naves de Volaris es reflejo del día a día, solamente la puntita del iceberg. El espacio aéreo, de 6 a 8 de la mañana, parece viaducto. Llevo muchos años volando en aerolínea comercial y jamás había visto esto. Pareciera un sabotaje porque la infraestructura aeroportuaria del AICM deja mucho que desear; también el mantenimiento de pistas, de radioayudas, inclusive de servicios de la navegación ya se han vuelto precarios.”, señala uno de los testigos, un capitán con varias décadas de experiencia.
Un sabotaje que los fatiga
El experto denuncia que, además de mayor demanda, falta de coordinación, aumentó el recorte de personal y la inversión en el mantenimiento es mucho menor que antes, por lo que los controlador tiene dos otres sectores a su mando, “lo que es riesgoso y cansado para él”. Además, explica que los retrasos afectan a los pilotos e incrementan sus jornadas, las cuales son cada vez más extenuantes, haciéndolos mucho más susceptibles a accidentes: “Son jornadas que rebasan la legalidad y no sólo para nosotros, sino para todo el personal. Esta fatiga envuelve a todo el gremio aeronáutico, tanto controladores aéreos como pilotos”.
“El aeropuerto Felipe Ángeles no es malo, es bueno; sin embargo, tiene un talón de Aquiles que se llama el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, que por su posición geográfica es completamente inoperante. No se pueden operar estos dos aeropuertos al mismo tiempo. Las salidas implican más riesgo, más consumo de combustible, y las llegadas también implican más riesgo tanto para el AICM como para el AIFA. Si a ello le sumas el tema de la fatiga, ya te lo digo, estamos a nada de tener un incidente mayor que el que acabamos de ver entre los dos Volaris”, alerta.
Otro capitán que brindó su testimonio, coincide en que se está llevando a cabo una especie de sabotaje a las operaciones del AICM, ya que se han quedado con menos combustible y les retrasan horarios de salida y llegada. Además, advierte que hay ocasiones en que las operaciones en las terminales de la CDMX deben parar “porque está sobresaturado el AICM o está despegando un avión del AIFA. Entonces nos limitan la altitud para ascender durante el despegue en una zona montañosa. Eso es riesgoso, a mí ya me ha pasado. Estamos estirando la liga”, declara.
“Es un sabotaje, a veces no hay combustible, nos retrasan las salidas y las llegadas. No vamos tan lejos, en marzo sacaron una nueva declaratoria de saturación para presionar a que algunas operaciones se trasladen al AIFA, pero sinceramente creo que ni así va a funcionar. Yo dudo mucho que el aeropuerto Felipe Ángeles sea la válvula de escape que el gobierno pretende que sea, porque no tiene conectividad”, señala el capitán.
Con información de El Universal
