Restaurantes y cafeterías, responsables de la invasión de vía pública en CDMX

En semanas anteriores, los ciudadanos han denunciado sus molestias ante la inminente invasión del espacio público por parte de puestos ambulantes y restaurantes en varios puntos de la Ciudad de México.

En las colonias de la capital es común ver que los establecimientos extiendan sus negocios hacia las banquetas sin respetar el paso peatonal, sobre todo en Polanco, Centro Histórico, centro de Coyoacán y la Roma, hay puntos donde el ciudadano ya no puede transitar por la banqueta y se ve obligado a caminar sobre la carpeta asfáltica.

Esta problemática se agravó a raíz de la pandemia por COVID-19 y de las restricciones que puso el gobierno de la Ciudad de México, encabezado por Claudia Sheibaum, pues a los restaurantes sólo se les permitía brindar servicio si contaban con espacios abiertos, lo cual terminó siendo provechoso para los comercios.

Las semanas que la capital estuvo en semáforo verde y amarillo, los restaurantes y otros comercios que se han extendido aprovecharon las circunstancias para mantenerse así en la vía pública sólo para aumentar sus ventas y no para brindar un servicio con medidas sanitarias adecuadas.

El mes de mayo pasado, la Secretaría de Desarrollo Económico de la Ciudad de México (SEDECO) encabezada por Fadlala Akabani, lanzó el programa “Ciudad al aire libre” en la que permitía a los establecimientos con venta de alimentos preparados la colocación de enseres desmontables en la vía pública bajo ciertos criterios.

Durante el periodo de registro de establecimientos al programa “Ciudad al Aire Libre” la Agencia de Innovación Pública (ADIP) reportó 18 mil establecimientos con espacio para colocar enseres en terrazas y vía pública, cifra que aumentó hasta los 25 mil comercios.

El objetivo de este, es que los establecimientos mercantiles dedicados a la venta de comida elaborada y/o preparada puedan ocupar el espacio público garantizando la sana distancia entre sus comensales, fomentando con ello la reactivación económica del sector.

Una de las reglas de este programa establece que permitirá la instalación de enseres sobre banquetas de 3.0 metros o más de ancho siempre que se deje un ancho libre de por lo menos 2.0 metros, entre la instalación y el arroyo vehicular, para el paso de las y los peatones. El mobiliario deberá ser desmontable, y sólo podrán colocarse de manera contigua a la fachada del establecimiento mercantil, pero, no todos los establecimientos lo respetan.

Esas prácticas además de afectar al peatón dan como resultado un tráfico inminente en distintas avenidas pues los comercios a veces terminan extendiéndose en los carriles vehiculares como en la Roma, a partir de la glorieta de Cibeles, y en calles del centro de Coyoacán: en Londres.

Pese a todas las quejas, el titular de la Agencia Digital de Innovación Pública (ADIP), José Merino mencionó en abril que se establan iniciando las conversaciones para que este programa se quedara permanentemente en la capital y no sólo el tiempo que durara la contingencia sanitaria.

El mes pasado, el Congreso de la Ciudad de México aprobó un exhorto a las autoridades para que se reubique al comercio ambulante que afecta el libre tránsito y no permite las correctas medidas sanitarias como la sana distancia, pero sólo en la zona de alta plusvalía de Polanco.

El proyecto suscrito por la diputada panista América Rangel Lorenzana, exhorta al titular de la SEDECO del gobierno capitalino, Fadlala Akabani Hneide y a funcionarios de la alcaldía Miguel Hidalgo, ejecuten la reubicación de los que ejercen el comercio en vía pública, ante el incremento de esa actividad.

Eduardo Fernández, residente de la CDMX y a su vez, activista de la movilidad, ha mencionado en distintas ocasiones a Ciudadanos en Red que una correcta infraestructura para los peatones debe ser siempre eficiente, limpio y sobre todo, accesible y es algo que debería priorizar el gobierno capitalino.

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