Un estudio reveló que el consumo de pornografía en México comienza desde los 13 años y que los hombres de la Zona Metropolitana ven porno por lo menos una vez a la semana.
Consumo de pornografía comienza a corta edad
La investigación “Nopor…ser hombre. Masculinidades, pornografía y relaciones afectivo-eróticas”, publicado por la organización Género y Desarrollo (Gendes), AC, reveló que 95% de los hombres de 15 a 30 años de edad que viven en la Ciudad de México y la Zona Metropolitana del Valle de México han consumido pornografía al menos una vez en su vida y la mayoría lo hacen por lo menos una vez a la semana.
Asimismo, el estudio indica que la edad media del primer acercamiento de los hombres con la pornografía en México es a los 13 años. En este sentido, el documento señala 12% estuvo en contacto con este tipo de materiales antes de los 10 años y un 71% entre los 11 y los 15 años. La mayoría aseguró que este primer acercamiento sucedió de forma involuntaria, con un amigo o compañero de escuela, o porque lo vieron casualmente en la vía pública o internet.
Porno refuerza conductas sexistas
De acuerdo con el estudio de Gendes, AC, el consumo de pornografía normaliza las conductas sexistas y de violencia contra las mujeres en los hogares. Al indagar sobre las percepciones y experiencias de los hombres encuestados, de entre 15 y 30 años, se buscó identificar el impacto que estos materiales tienen en sus procesos de socialización y en sus relaciones afectivo-eróticas.
Debido a la falta de educación sexual, Gendes apuesta por la promoción y el fortalecimiento de relaciones igualitarias, al explorar la relación de los hombres con su consumo de pornografía, “su influencia en el ejercicio de su sexualidad y el impacto en sus procesos de socialización de género, particularmente en sí mismos, sus parejas y sus relaciones afectivo-eróticas”.
En este sentido, destaca que, en su mayoría, los jóvenes entrevistados se expresaron en desacuerdo con frases sexistas mientras que el 59% está parcial o totalmente de acuerdo con prácticas como la prostitución (el trabajo sexual), mismos que pueden representar dos posturas muy divergentes sobre su visión: o un cambio de mentalidad hacia una visión más progresista, o un retroceso, al ser creencias machistas heredadas en los entornos familiares.
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Con información de La Prensa
