Autor: Elisa Alanís
Es domingo de cobertura especial. Distinto al de hace un año cuando triunfó Andrés Manuel.
Ahora, muchos de los presentes son gobierno: de los estados, de las alcaldías.
El Zócalo se pinta multicolor: cachuchas marrón de Morena por aquí, playeras anaranjadas del SNTE por allá.
La bandera arcoíris, fiel a la Ciudad de México, ondea a lo largo de un cuadrante.
El mandatario enlista logros, pero acepta su gran reto: la seguridad.
Dedica unos minutos a las personas desaparecidas, a los mexicanos asesinados en El Paso, Texas, y a la familia LeBarón, que marcha en ese momento a unas cuadras.
A mi lado, alguien habla de ellos, de los LeBarón.
Está convencida de que son una sarta de criminales. Todos. En concreto, tratantes de personas.
También, que las tres mujeres asesinadas, junto con sus seis menores de edad, se dirigían a una narcoboda.
¿De dónde saca tanto infundio? ¿Tanta barrabasada?
Me dice que lo leyó en Facebook.
Tremendo. La realidad arrastrada por la mezquindad de aquellos que difaman. Aquellos que siembran verdades a medias y mentiras abiertas para confundir y cosechar calumnias, de un lado y del otro del México polarizado.
La bajeza llega al grado de señalar y culpar a mujeres, niños, niñas, bebés que murieron calcinados bajo el fuego del imparable crimen organizado. Inocentes que, como tantos en este país de narcogobiernos y narcorregiones, prenden la memoria de quienes nos rehusamos a mancharlos más de lo que el rojo de su sangre joven hizo ya.
Llega el lunes y Andrés Manuel recibe en Palacio Nacional a integrantes de los LeBarón, Langford, Widmar para informales acerca de los avances en la investigación de la masacre de sus seres queridos.
Les dice que él encabeza la indignación por el ataque.
Los reconoce como lo que son: víctimas.
Sobre lo que se difunde a través de distintos medios y plataformas por parte de propagandistas mercenarios, me quedo con esta frase de Javier Cercas al recibir el premio Francisco Cerecedo de Periodismo: “Ya no basta con contar la verdad, también hay que destruir las mentiras”.
@elisaalanis
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