Estas minas usadas contra civiles representan la magnitud del problema de la violencia que desborda a las autoridades.
Estrategia terrorista
Los reportes de un campesino fallecido por pisar una mina sembrada en la zona cercana a la parcela donde trabajaba, han encendido las alarmas sobre el nivel de violencia y poder que el narco despliega contra la población civil en Michoacán.
El hijo del finado, quien lo acompañaba, resultó herido de gravedad y está siendo atendido en un hospital. El uso de estos artefactos ya está siendo considerado parte de una estrategia terrorista del crimen organizado para demostrar el control que ejercen los cárteles de la droga sobre Tierra Caliente, sin que autoridad alguna se los impida.
Cristóbal “N”, murió en el acto al pisar una mina antipersona, según las autoridades, la zona que rodea Aguililla y al menos una decena de municipios están sembrados con este tipo de explosivos caseros con la capacidad de asesinar a quien cruce los caminos. Si bien el objetivo principal es atacar directamente a militares, el riesgo que representa para los habitantes, también supone un grave problema al que las autoridades no tienen idea cómo enfrentar.
En otro caso, en los límites de Aguililla con Tepaltepec, una mina se accionó con el paso de un convoy de militares que cruzaba la zona. La explosión destrozó el vehículo blindado y uno de los soldados resultó herido de gravedad. La Secretaría de la Defensa (Sedena) desplegó un escuadrón antibombas en la región y, aunque todavía no han conseguido delimitar las áreas de riesgo, ha considerado a la zona como “un campo minado”.
Minas sembradas en al menos 6 poblados
El ejército ha informado del hallazgo de este tipo de explosivos en al menos media docena de poblados y rancherías de los municipios de Aguililla y Tepalcatepec. Las minas se han encontrado en parcelas, ranchos ganaderos y caminos de terracería, la mayoría camuflados entre la maleza y otros enterrados. Este perímetro, rodea al bastión el bastión del Cartel Jalisco Nueva Generación: Aguililla.
De acuerdo con la Sedena, el arma está hecha con un tubo de metal de una pulgada de grosor, relleno de pólvora y fragmentos metálicos. Cuenta con ralladuras que sirven de esquirlas al momento de la explosión, de una capacidad destructiva similar a la de una granada de fragmentación.
Nemesio Oseguera Cervantes, alias El Mencho, funda el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en 2010. Desde entonces, la organización ha ido creciendo a la sombra de otras más conocidas como Sinaloa, Los Zetas o Los Caballeros Templarios. Mientras las fuerzas de seguridad, desde el sexenio de Felipe Calderón, se centraban en las grandes mafias, el Cartel Jalisco Nueva Generación, se iba apoderando de los nichos que abandonaban sus enemigos.
Hoy el cartel ha extendido su dominio a prácticamente todo el territorio mexicano, excepto Sinaloa. Michoacán es su casa, donde son más fuertes, donde se mueven impunemente mostrando tanques, artillería pesada, equipación y enfrentamientos en la sierra.
Operativos que no consiguen detenidos
La semana pasada, soldados y efectivos de la Sedena y la Guardia Nacional ayudados por la policía estatal recuperaron el municipio de Aguililla, que llevaba varios años bajo el asedio de la delincuencia organizada. Sin embargo, no hubo ni un solo detenido.
La llegada a este municipio forma parte de la estrategia de tres fases puesta en marcha por los tres niveles de gobierno para recuperar su presencia en la zona. La primera etapa fue liberar los caminos y áreas rurales cercanas evitando la confrontación. La segunda, fue la llegada de paracaidistas, fuerzas especiales y de infantería, personal de la Guardia Nacional y de la policía Michoacán, quienes ingresaron desde diferentes itinerarios a Aguililla. Y la tercera, será una más de carácter social que irá acompañada de programas sociales y dinero para programas educativos.
“Mucha gente utilizará este tipo de eventos para darle un tinte de conflicto armado o de guerra civil. No estamos en un contexto de ese tipo, sino de una evolución preocupante, dramática, de las tácticas de violencia empleadas por los grupos criminales en Michoacán, cada vez más cerca de grupos armados, no por ideología, sino por su capacidad de fuego y operativa”.
Romain Le Cour, director del Programa Seguridad y Reducción de la Violencia de México Evalúa.
Las primeras consecuencias del despliegue federal en la zona se observaron en un ataque armado contra militares en el municipio de Cuitzeo que patrullaban cerca de unos oleoductos de Pemex. Los elementos fueron asediados por dos vehículos repletos de hombres armados, quienes los balearon y después huyeron. No hay detenidos. Los soldados heridos fueron trasladados al hospital, sin que la Sedena haya informado cómo continúa su estado de salud.
En tanto, los militares del escuadrón antibombas revisan cualquier indicio en las parcelas de tierra para dar con más explosivos caseros. Los terrenos de siembra abandonados se han convertido en su principal táctica de terror contra las autoridades. Si se produce alguna persecución por estas tierras, uno de estos artefactos hará su trabajo.
“Lo que me parece importantísimo es la especificidad de Michoacán como un laboratorio político de la violencia en México, después de hace más de 15 años de prácticas de violencia que son innovadoras en el país y que después se extienden al resto del territorio. Por eso es importante que se resuelva y se atienda, algo que el Gobierno federal no está haciendo correctamente”.
Romain Le Cour, director del Programa Seguridad y Reducción de la Violencia de México Evalúa.
Con información de El País.