Durante sesión extraordinaria y por unanimidad la Comisión aprobó el permiso a favor de Pemex para la nueva refinería.
Único tema en la orden del día
Este jueves 30 de junio, a menos de un día de que Andrés Manuel López Obrador inaugurara otra de sus obras insignia, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) celebró sesión extraordinaria para aprobar el permiso eléctrico para la operación de la refinería Olmeca, en Dos Bocas, Tabasco.
Por unanimidad y en un lapso de 20 minutos, se abordó el único punto en la orden del día de la sesión que fue autorizar a Pemex Transformación Industrial el servicio para la central de cogeneración en la nueva refinería, la cual usará gas natural para su operación.
En breve iniciamos Sesión Extraordinaria del Órgano de Gobierno Ingresa aquí:
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Entre la opacidad y pronósticos en contra
La fecha escogida para inaugurar la obra no fue una casualidad, hace cuatro años AMLO ganaba la victoria en la elección presidencial y dentro de sus proyectos, anunció la construcción de nuevas refinerías para potenciar la industria energética mexicana. No obstante, la obra no podrá ponerse en funcionamiento sino hasta 2023.
El proyecto no fue bien recibido por inversionistas por lo que su puesta en marcha contó en su totalidad con presupuesto público, mismo que ya elevó el costo inicial de 8 mil millones de dólares a más del doble (el cálculo más preciso es de 18 mil millones de dólares). Igualmente, expertos y organismos como el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO) advirtieron que este plan es un paso en dirección contraria a lo que necesita México en materia de medio ambiente y energías limpias.
“La cifra original, los 160 mil millones de pesos, 8 mil millones de dólares, realmente nunca fue realista. Creo que eso tuvo más que ver con la premura de lanzar el proyecto en las primeras semanas de la administración y no fue fruto de un análisis, de una evaluación completa”.
Óscar Ocampo, coordinador de Energía en el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
Además, Dos Bocas ha sido reiteradamente señalada por opacidad e irregularidades en el uso de recursos y firma de contratos. La Secretaría de Hacienda y Crédito Público, por ejemplo, no tiene desglosado el registro del avance físico ni financiero de la obra; Pemex por su parte se ha protegido de informar a detalle bajo el argumento de que la filial PTI Infraestructura no es sujeto obligado de la Ley General de Transparencia.
Datos de la Auditoría Superior de la Federación destacan una serie de irregularidades, entre las más polémicas está el inicio de la construcción sin Manifestación de Impacto Ambiental Regional, similar a lo que sucedió con el Tramo 5 del Tren Maya.
En la auditoría 409 de la Cuenta Pública 2019, la autoridad señaló que “era necesario que, antes de iniciar con las obras de construcción de la refinería, la SEMARNAT elaborara estudios sobre los impactos y riesgos ambientales, así como que se realizara la Manifestación de Impacto Ambiental, modalidad Regional (MIA-R)”. La Cuenta Pública 2020 mostró que en cinco auditorías (438, 440, 441, 442 y 446) hay un probable daño por 59.2 millones de pesos por pagos sin justificación o que fueron considerados excesivos.
Inauguración entre reclamos
La inauguración se da en un ambiente de reclamos por parte de pobladores aledaños a la refinería, mismos que, según el discurso del presidente, deberían celebrar el logro que en materia de empleos genera el proyecto.
“Tenemos tres grandes problemas, uno, la refinería causó un gran tapón al agua que tenía su cauce natural hacia el mar y la zona de cocotales. Con la barda, cortaron el dren y ahora cuando hay una lluvia nos inundamos, el agua ha llegado a las rodillas y ha efectuado muebles y refrigeradores”.
Alfredo, vecino.
Las afectaciones acústicas y físicas de la obra a casas y a la salud de las personas es otra de las contrariedades que han tenido que padecer. Además del polvo y químicos, deben enfrentar el olor de agua estancada, misma que podría a escalar a un problema de salud pública.
“El segundo problema es el ruido, cuando hacen las pruebas, las máquinas, el ruido es insoportable, y el tercero la contaminación, nos estamos ya metiendo el humo de los químicos, los solventes, imagina un anafre, al prenderlo el humo viene hacia uno porque las corrientes de aire provienen del mar, pues lo que ocurre en la refinería, ya estamos respirando químicos”.
Alfredo, vecino.
La colonia donde vive Don Alfredo ya ha sido abandonada por al menos 30 familias.
“Aquí estamos a 50 metros de la refinería, recibiendo todo el polvo, vea las calles, los vehículos, siempre empolvados, esta parte como que no se pensó debidamente y es algo que debe considerarse, aquí el problema es que, aunque existen comités vecinales, no se empuja una denuncia seria por miedo a las autoridades, muchos son ex petroleros, temen perder sus propiedades, o no sé, por eso nos tiene afectados a todos, porque no nos unimos para exigir que nos mitiguen los daños”.
Alfredo, vecino.
Con información de Animal Político, El CEO, Reforma.