Tarjetas del bienestar, nueva herramienta de lavado de dinero para el narco

Ha salido a la luz un nuevo problema con el reparto de beneficios al que el gobierno federal destina un presupuesto millonario.

Fraude fiscal y lavado de dinero

Un nuevo problema con el reparto de beneficios al que el gobierno federal destina un fuerte presupuesto (al menos 10 millones de pesos), ha salido a la luz. Así lo expone Carlos Loret de Mola en su columna, donde brinda datos sobre la injerencia de organizaciones criminales y el uso que les dan para pagar a su propio personal.

De acuerdo al periodista, el desorden en el reparto del dinero ha abierto una nueva ventana para el crimen organizado. Las múltiples fallas y lagunas en las entregas las “tarjetas del bienestar” permiten que dicha operación sea blanco de fraudes fiscales y lavado de dinero.
 
Los cárteles del narcotráfico, de acuerdo a la investigación, usan las tarjetas para hacer los depósitos de nómina a sus empleados de más bajo rango. Fuentes oficiales confirman reportes de que “halcones” están recibiendo su dinero en depósitos en sus tarjetas del bienestar. 

Aunado a ello, al interior del gobierno de la “4T” ha surgido un nuevo grupo conocido como “los nuevos factureros”, despachos de abogados fiscalistas encargados de obtener paquetes de 200 o 500 “tarjetas del bienestar” para poder lavar dinero. 

“¿Por qué les sirven estas tarjetas lo mismo a narcos que a factureros? Porque las cuentas de los beneficiarios no son cuentas personales sino cuentas “ómnibus” (se les llama así justo por el camión). Es decir, en el sistema financiero, estas cuentas no pertenecen a personas en lo individual, sino que están agrupadas en la Tesorería de la Federación. Las tarjetas se reparten por correo y lo único que tiene que hacer el usuario para activarlas es ir al banco y poner un número secreto, cuando mucho mostrando una identificación.”

Carlos Loret de Mola, Los Narcos del Bienestar.

Un dato importante es que el banco no está obligado a guardar copias de la documentación del cliente porque la cuenta no se abre en la sucursal bancaria, el beneficiario solo acude a la sucursal a activar la tarjeta. Así se fueron los acuerdos entre los bancos y la Tesorería de la Federación, documentos a los que tuvo acceso Loret de Mola.

Estas cuentas individuales están dentro del Nivel 2 (N2), es decir, permiten depósitos mensuales de hasta 3,000 UDIS (aproximadamente 20 mil pesos), por lo tanto, los recursos depositados no entran en la supervisión estricta de los mecanismos antilavado, antievasión, o similares. De forma que el dinero se vuelve irrastreable.  

“Así, un “halcón” del narco puede inscribirse al programa Jóvenes Construyendo el Futuro y obtener su tarjeta. Los “halcones” suelen ser chavos que a cambio de 2 mil o 3 mil pesos se dedican a vigilar una zona y reportar a sus superiores si ven algo raro. Una vez con su tarjeta, la organización le puede hacer los depósitos de su sueldo y ese dinero queda automáticamente lavado.” 

Este el motivo por el que los factureros encuentran en las “tarjetas del bienestar” un mecanismo eficaz para hacer depósitos pequeños de dinero en efectivo para pasar desapercibidos a la vigilancia fiscal y antilavado.

Al respecto, menciona que Alejandro Esquer, el secretario particular del presidente López Obrador, participó en un esquema similar en su “carrusel de cash” para hacer depósitos hormiga formándose varias veces en una misma sucursal bancaria. 

Con información de Carlos Loret de Mola.

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