Vitol, empresa que surte Gas LP al Gobierno Federal registra innumerables tramas de corrupción

Vitol es una empresa europea de comercio de energía y materias primas que fue fundada en Rotterdam en 1966 por Henk Viëtor y Jacques Detiger; tiene 40 oficinas en todo el mundo y sus operaciones más importantes se encuentran en Ginebra , Houston , Londres y Singapur.

Esta compañía lider en la comercialización de petróleo a nivel mundial, admitió haber pagado al menos 10 millones de dólares en sobornos a funcionarios en Brasil, México y Ecuador para asegurarse información privilegiada y amañar la concesión de contratos con las empresas energéticas estatales de estos países.

“Durante 15 años, Vitol pagó millones de dólares en sobornos a numerosos funcionarios en tres países distintos para obtener ventajas competitivas inadecuadas que resultaron en beneficios ilícitos significativos para la compañía”, aseguró Brian C. Rabbit, de la División Criminal del Departamento de Justicia según la BBC Mundo.

Sin embargo, en cuanto a la importación de gas LP, el Gobierno federal mexicano depende de Vitol, la multinacional acusada y sancionada en Estados Unidos por haber sobornado a funcionarios mexicanos y de otros países.
En 2013 y 2014, Mexgas Supply, filial de Pemex, firmó nueve contratos por los cuales Vitol le surte gas LP desde un puerto de Texas, desde 2016, y lo hará hasta diciembre de 2024.

Este año Pemex clasificó todos sus contratos con Vitol como reservados hasta 2025; en tanto, el diario Reforma informó que tuvo acceso a nueve de ellos, los cuales amparan la entrega de 168 cargamentos de 44 mil toneladas de gas LP cada uno.

En esos contratos se establece que MexGas Supply paga con base en el índice de referencia Mont Belvieu, más 12.75 centavos por galón por uso de terminales marítimas y otros márgenes y costos.

De seguir vigentes los contratos, estarían pendientes las entregas del segundo semestre de 2021 y las de 2022 a 2024, unos 58 cargamentos con 2.5 millones de toneladas, aseguró Reforma. Esto convierte a Vitol en un proveedor esencial si se considera que, sólo en 2019, Pemex importó en total 1.7 millones de toneladas.

Correos electrónicos internos de MexGas, obtenidos por el mismo periódico Reforma, indican que su director General, Javier López Ramos, y su subdirector Jurídico, Sergio Navarro Loubet, discutieron desde octubre de 2020 estrategias para cancelar o renegociar los contratos con Vitol para bajar la tarifa, buscando indicios de que los términos comerciales estuvieron “fuera de mercado”.

Un contrato adicional, del 31 de mayo de 2017 para surtir 120 mil toneladas de gas desde un puerto de Marruecos durante 2018 por 38 millones de dólares, sí fue firmado por Aguilar con Luis Eduardo Ontiveros, funcionario de MexGas, grupo de empresas creadas por Pemex Gas y Petroquímica Básica en 1993 y que importa el combustible desde múltiples países.

En diciembre de 2020, Vitol aceptó pagar 164 millones de dólares al Gobierno de EU y ofreció resarcir a Pemex con 30 millones de dólares, pero el pasado 22 de marzo, el director de la empresa estatal, Octavio Romero, dijo que seguían renegociando los contratos.

Los sobornos confesados en EU ocurrieron en 2018, año en el que Vitol ganó un contrato de 231 millones de dólares para surtir etanol líquido en la Terminal Pajaritos de Pemex, de 2018 a 2021.

Entre las irregularidades que encontró el diario Reforma alrededor de dicha empresa se enlistan el haber pagado sobornos a funcionarios de Pemex entre 2015 y 2020; pagar sobornos a funcionarios de Petrobras y Petroecuador; en México el SAT la suspendió del padrón de importadores de hidrocarburos.

Asimismo, en 2018 perdió una licitación para surtir etanol dos años en la planta de Pajaritos, pero al publicar el contrato el mismo año, Pemex la incluyó también como ganadora junto con Sabic. Vitol ofreció resarcir a Pemex 30 mdd por actos de corrupción, pero se negó a delatar a los funcionarios a los que sobornó.

Vitol también sobornó por más de 2 millones de dólares a funcionarios en México y Ecuador entre 2015 y 2020 para obtener la concesión de negocios de venta de productos derivados del petróleo y retener algunos de los que ya tenía.

Para ello, la compañía desarrolló un esquema de firmas tapadera que emitieron facturas falsas por informes de consultoría no realizados y canalizaron los fondos hacia compañías en el extranjero que participaban en la trama a sabiendas de que acabarían dedicándose al pago de los sobornos a funcionarios, explicó la BBC Mundo.

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