En un acuerdo histórico, las dirigencias de los partidos Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI), y de la Revolución Democrática (PRD) evitaron la ruptura al registrar la coalición parcial ‘Fuerza y Corazón por México’, con miras a competir juntos en 253 de los 300 distritos y 30 de las 32 fórmulas al Senado, además de la Presidencia de la República.
El registro formal ante el Instituto Nacional Electoral (INE) se produjo después de intensas negociaciones de último momento que mantuvieron en vilo la participación del PRD, liderado por Jesús Zambrano, quien había amenazado con contender solo al Congreso acusando exclusiones en la asignación de candidaturas.
Según el convenio, las únicas entidades en las que no habrá una candidatura conjunta para el Senado serán Oaxaca y Tlaxcala. Sin embargo, la negociación de distritos se realizará de manera particular, con la posibilidad de ampliarse más allá de los 253 originalmente contemplados.
El acuerdo se materializó gracias a la presión ejercida por organizaciones de la sociedad civil afiliadas al Frente Amplio por México (FAM), que comparten la misma base partidista. Estas organizaciones instaron a las dirigencias a llegar a un consenso que confirmara la unidad de la coalición.
En su último evento del primer día de precampaña, Xóchitl Gálvez, la precandidata presidencial de la coalición, anunció su participación activa en las negociaciones para evitar la fractura del bloque opositor. A lo largo del día, Gálvez llamó a la unidad, destacando la importancia de la disciplina, experiencia, visión democrática y humanitaria de los partidos que conforman la coalición.
En una muestra de unidad y consenso, los dirigentes Marko Cortés, Alejandro Moreno y Jesús Zambrano intercambiaron propuestas para fortalecer la candidatura de Xóchitl Gálvez, consolidando así un frente fuerte y cohesionado. Con entusiasmo y convicción, los líderes políticos acudieron esta al INE para formalizar el registro de la Coalición ‘Fuerza y Corazón por México’.
La coalición electoral busca corregir el rumbo de México, aspirando no solo a ganar la Presidencia de la República sino también a obtener la mayoría en el Congreso Federal. Este pacto, un ejemplo de pluralidad y unidad, refleja la colaboración de las tres principales fuerzas políticas de la oposición en el país.
Con el respaldo de las democracias modernas, la alianza se orienta hacia la formación de un gobierno de coalición, donde todos los acuerdos están diseñados para privilegiar y representar los intereses de las ciudadanas y ciudadanos mexicanos. La agenda común de gobierno y legislativa busca corregir el rumbo de México, con el objetivo final de alcanzar niveles superiores de desarrollo y seguridad para las familias.
Los líderes nacionales, Marko Cortés Mendoza, Alejandro Moreno Cárdenas y Jesús Zambrano Grijalva, celebraron este acuerdo como un compromiso firme con las mejores causas de México, mostrando una visión compartida para afrontar los desafíos del país.
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