El voto femenino; celebrando el pasado, construyendo el futuro

A 70 años de voto femenino, un homenaje a las mujeres pioneras de México

Hace exactamente 70 años, un evento histórico de gran magnitud marcó un cambio significativo en la política mexicana y la lucha por los derechos civiles: las mujeres obtuvieron el derecho al voto en México. A pesar de que el reconocimiento del derecho de las mujeres a votar se formalizó en 1947, fue en 1953, con la promulgación de reformas constitucionales por el presidente Adolfo Ruiz Cortines, que las mexicanas finalmente disfrutaron de una ciudadanía plena y pudieron ejercer su voto en las elecciones federales de 1955. Este evento no solo representó un hito en la historia política de México, sino que también fue el resultado de la incansable lucha de cientos de mujeres que anhelaban participar activamente en la toma de decisiones de su país.

La Lucha por el voto femenino:

Para comprender la magnitud de este logro y apreciar la determinación de las mujeres que lo hicieron posible, es crucial revisar la línea del tiempo que condujo a este punto.

  • 1887: Laureana Wright Kleinhans publica el primer ejemplar de la revista “Violetas del Anáhuac”, una publicación que tenía como objetivo difundir artículos escritos por mujeres que demandaban el sufragio femenino y la igualdad de derechos. Como mencionó Wright, “Nuestras palabras deben ser nuestras armas, y nuestros argumentos, nuestra fuerza”.
  • 1912: Elvia Carrillo Puerto, una figura destacada en la lucha por los derechos de las mujeres, organiza la Primera Liga Feminista Campesina y, en 1916, colabora en la creación del Primer Congreso Feminista en México. En sus palabras, “No queremos limosnas, sino justicia. Queremos igualdad de derechos y de deberes, y no pedimos más de lo que nos corresponde”.
  • 1920: Se impulsan leyes en estados como Yucatán, San Luis Potosí y Chiapas para permitir la participación de las mujeres en procesos electorales, aunque esta no fue una victoria completa.
  • 1935: María del Refugio Gracia y Esther Chapa crean el Frente Único Pro-Derechos de la Mujer, una organización que luchó incansablemente por el reconocimiento de los derechos civiles de las mujeres. Gracia señaló, “Nuestra lucha es por la justicia y la igualdad”.
  • 1953: El presidente Adolfo Ruiz Cortines promulgó reformas que reconocen a las mujeres como ciudadanas plenas, con derecho al voto y la capacidad de ocupar cargos públicos. En sus palabras, “Hoy marcamos un hito en la historia de México, un paso hacia una sociedad más justa e igualitaria”.
  • El 3 de julio de 1955, las mujeres mexicanas ejercieron su voto por primera vez y comenzaron a ocupar posiciones públicas, un hito que cambió el panorama político del país de manera significativa.

El legado de las mujeres pioneras:

Ayer, las mujeres votaron para construir un mundo más justo para las mujeres de hoy. Su lucha incansable allanó el camino para que las niñas y adolescentes actuales puedan aspirar a ser diputadas, senadoras, gobernadoras, alcaldesas o incluso presidentas. El legado de estas mujeres pioneras debe ser honrado y protegido, ya que sus esfuerzos contribuyeron a garantizar que las voces de las mujeres sean escuchadas en todos los niveles de la política mexicana. Como destacó Hermila Galindo, “Nuestra lucha no es solo por nosotras, sino por las generaciones futuras”.

Educación y conciencia:

Para mantener viva la importancia del sufragio femenino y el legado de estas valientes mujeres, se invita a leer el cuento “Cuando las Mujeres Votamos por Primera Vez”, elaborado por Natividad Cárdenas y el Instituto Nacional Electoral. Esta historia es esencial para que las nuevas generaciones, especialmente las niñas y adolescentes, comprendan la trascendencia del voto de las mujeres y se inspiren a continuar la lucha por la igualdad y la participación activa en la política. En palabras de Natividad Cárdenas, “Cada voto de una mujer es un paso hacia un futuro más igualitario y justo”.

El voto de las mujeres en México es un logro que debe ser celebrado y protegido. A lo largo de las décadas, las mujeres han luchado incansablemente para alcanzar la igualdad en la participación política, y este hito histórico es un testimonio de su perseverancia y determinación.

Como sociedad, sigamos honrando la memoria de estas valientes mujeres al ejercer su derecho al voto y alentar a las generaciones futuras a hacer lo mismo. La igualdad en las urnas fue un paso crucial hacia un México más justo y equitativo, donde las voces de todas las personas, sin importar su género, sean igualmente valoradas y respetadas en la toma de decisiones políticas. Como dijo Adolfo Ruiz Cortines, “Hoy, México avanza hacia un futuro de igualdad, donde el voto de todas las mexicanas es un pilar fundamental de nuestra democracia”.

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