Crimen organizado encarece productos como limón y aguacate

Aunado a la inflación, el encarecimiento en algunos productos agrícolas obedece a la extorsión que ejercer criminales contra productores.

Huyen ante amenazas

Entre los factores que intervienen en el alza de producto agrícolas como el limón y del aguacate, está la extorsión que el crimen organizado realiza contra productores.

Se ha denunciado por parte de los agricultores el derecho de piso y cuotas; así como el control del mercado. De negarse, los campesinos son sujetos de ejecuciones o desapariciones. Desde un cortador hasta un gran empresario pueden convertirse en víctimas.

En el caso del limón, además de las consecuencias del cambio climático y la inflación, la escasez por la disputa entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y Cárteles Unidos en los municipios de Aguililla y Buenavista, así como sus ataques en Tepalcatepec; hicieron su parte para que el precio del cítrico se disparara hasta 90 pesos el kilo en algunas partes del país.

Productores de Tierra Caliente, donde se concentra la mayor producción del limón, estimaron que en esa zona más de 8 mil hectáreas fueron abandonadas. Testimonios revelan que la guerra entre organizaciones criminales provocó que el cultivo de limón en Aguililla fuera abandonado por las familias productoras porque fueron despojados de sus tierras y huyeron para salvar su vida y la de sus familias, provocando la pérdida de las cosechas.

En Tepalcatepec, Loma Blanca, Cansange, El Bejuco y La Romera la suerte fue la misma debido a que la mayor parte de cultivos del cítrico están concentrados en zona de guerra.

“La inseguridad es el motivo principal, ya que se quedaron sin producir unas 8 mil hectáreas sólo en esta zona. Eso es lo que nos está matando. […] Otra de las cosas que nos está pegando es el aumento en los insumos, como el fertilizante, plaguicidas y demás, por los bloqueos criminales”.

Productor anónimo

Uno de los productores perjudicados, comentó que los criminales cortaron hasta la luz por casi cuatro semanas y los despojó de sus tierras.

“Ese trabajo de años ahorita está en el abandono y eso con suerte, porque hubo quienes no se quisieron salir y les quemaron sus cultivos”.

En Apatzingán, otro productor relató que el crimen controla los insumos, la producción, la comercialización, el transporte y los días de corte. Dijo que continúan las extorsiones y el pago por derecho de piso impuestos por la organización criminal que controla cada zona de esa región.

El empresario ventiló que los criminales provocaron la escasez del producto en el mercado nacional para que se disparara el precio y obtener más ganancias a través de la disminución de tres a dos días de las jornadas de corte, para que hubiera menor producto en el mercado.

Autoridades y asociaciones “solo están de adorno”

También se han presentado quejas contra la Asociación de Citricultores de la región por no hacer nada y estar controlada por la delincuencia.

Explicaron que estas acciones las tomaron quienes controlan el mercado del limón, luego de ver la oportunidad de encarecer el producto. La primera vez que se reportó un alza en el precio, fue por las fuertes lluvias del año pasado que acabaron con la flor de limón.

La crisis en la producción se había anticipado cuando el 12 de enero fue asesinado a balazos Eduardo Aldaz, un reconocido empresario de la industria del limón en Apatzingán. Días después asesinaron a cuatro cortadores de limón en los límites de Aguililla y Buenavista, donde también reportan jornaleros desaparecido después de alzar la voz ante autoridades estatales y federales sobre el tema de la escasez y la violencia

La situación para productores, empacadores y jornaleros fue tomada como una advertencia. Ahora, dicen, dependen de las decisiones de las organizaciones criminales o que el Estado actúe.

Secuestros y robos a aguacateros

En tanto, la producción de aguacate se ha convertido, de nuevo, en un blanco para el crimen organizado. El pasado 24 de enero, Ricardo Alcántara Sandoval y Antonio Rojas Alvarado, de 27 y 69 años, respectivamente, ambos dedicados a la compra-venta de aguacate, fueron privados de su libertad por un grupo armado en la comunidad de Nuevo Zirosto, municipio de Los Reyes.

También se presentó el secuestro de tres empresarios aguacateros de la región de Uruapan; uno sigue retenido y dos ya fueron liberados tras pagar una fuerte suma de dinero para su rescate.

Aunado a esta situación, son constantes los ataques a empacadoras, huertas y trabajadores de ese sector agrícola y comercial en las regiones de Uruapan y Ario de Rosales. Saúl Talavera, jefe de cuadrilla de cultivo, corte y acarreo de aguacate en varios municipios de la región Uruapan, reveló que sienten temor de salir a trabajar ante la escalada de violencia.

“Tenemos mucho temor. En este trabajo sabes cuándo sales, pero no cuándo regresas, y más como están las cosas. […] Nosotros somos los últimos de la cadena, pero [los criminales] a veces sí nos toman como lo primordial. El riesgo es cuando sales a carretera, no sabes qué va a suceder en el camino”. 

Aumentan costos

El especialista Juan Carlos Calvillo confirmó que el sector aguacatero pasa por un momento de violencia e inseguridad, lo que abonó a que se disparara más el precio y agregó que en distintas regiones de Michoacán aumentó el robo de camiones cargados con aguacate, que el crimen organizado comercializa de manera clandestina.

Ya que la fruta muchas veces es de calidad de exportación, hace que el producto sea más caro, porque la delincuencia obliga a los comerciantes a comprarles ese producto robado a costos elevados.

“Sí repercute, porque se roban los camiones y esa fruta con la que contaba el empaque ya no llega al destino y eso hace que se encarezca más, porque el empaque tiene que hacer otra recolección y eso genera más costo para la comercializadora”.

Productores de Uruapan y de Ario de Rosales, revelaron que el robo de camiones es en represalia porque no han accedido a las extorsiones del crimen organizado.

Con información de El Universal.

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