En una reveladora entrevista para el programa Voces en Red, el Coordinador de Análisis y Datos del colectivo y Observatorio Económico “México, ¿cómo vamos?”, Axel González, plateó el complicado panorama actual del progreso social en México, utilizando como referencia el Índice de Progreso Social (IPS). Este índice, que evalúa el bienestar y las condiciones de vida de la población, reveló que México, pese a ciertos avances, se sitúa en una posición preocupante con una calificación nacional de 65.6 puntos sobre 100 en el año 2022.
Impacto de la Pandemia: Desafíos en Estados con Menores Ingresos
El análisis detallado mostró que durante los años críticos de la pandemia, México experimentó caídas significativas en el progreso social. Entre 2019 y 2021, la pérdida fue de 2.1 puntos, prácticamente anulando el avance previo del país. Aunque el 2022 marcó un pico en la serie, la puntuación aún revela una brecha considerable respecto al óptimo deseado. Este impacto fue más pronunciado en estados con menores ingresos, destacando la urgencia de abordar desigualdades regionales.
Si bien la calificación nacional es de 65.6, existen desigualdades regionales abrumadoras. La Ciudad de México lidera con un puntaje de 78.9, mientras que Guerrero, destacando tras el paso del huracán Otis, obtuvo 50.9. La persistencia de brechas a lo largo del tiempo, especialmente en Guerrero, Chiapas y Oaxaca, plantea desafíos significativos que deben abordarse con urgencia para lograr un progreso social equitativo en todo el país.
El análisis revela que la salud y la educación son palancas cruciales para el progreso social. El acceso a servicios de salud muestra un deterioro, con un 28% de la población sin acceso a servicios públicos ni privados. Además, se destaca un estancamiento en el rezago educativo. Estos indicadores, vinculados al empleo y las condiciones a largo plazo, requieren una atención inmediata para asegurar un progreso sostenible y equitativo.
El entrevistado subraya la importancia de cuestionar a los candidatos en el periodo electoral de 2024. Invita a la sociedad a preguntar cómo se financiarán y lograrán las promesas planteadas. Presenta el Índice de Progreso Social como una herramienta para proporcionar contexto y visualizar los rezagos, permitiendo a la sociedad exigir mejoras sustanciales, especialmente en el acceso a servicios de salud.
En conclusión, el Índice de Progreso Social arroja luz sobre la realidad de México en términos de desarrollo humano. Más que una calificación, es un llamado a la acción para abordar las desigualdades persistentes y mejorar el acceso a servicios esenciales. En el horizonte electoral de 2024, la sociedad se encuentra armada con herramientas como estas para generar una conversación significativa y exigir un progreso social genuino. La tarea, según el Coordinador, es trascender la victoria superficial y abordar los rezagos fundamentales que aún persisten.
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