Una tercera vía para México

elecciones

Demetrio Sodi

Andrés Manuel López Obrador ha sido muy hábil y ha encasillado a todos los que se oponen a su gobierno como conservadores que quieren regresar al pasado neoliberal para mantener los privilegios que tuvieron durante los últimos 30 años. 

Los críticos a sus políticas y programas hemos caído en ese juego dando la idea ante mucha gente, sobre todo entre los sectores marginados, que estamos en contra del combate a la corrupción, el dispendio y los programas sociales en beneficio de la gente.

Tenemos que reconocer que el país no ha ido por el rumbo correcto en los últimos 30 años, que la corrupción es escandalosa, la economía y el empleo no han crecido lo necesario, la riqueza se ha concentrado y la desigualdad ha aumentado, el salario es insuficiente, la pobreza no ha disminuido y el Estado no cuenta con los recursos necesarios para garantizar los derechos sociales básicos a todos los mexicanos y no cuenta con los recursos necesarios, inclusive para garantizar la seguridad de la población.

El cambio era necesario, desgraciadamente la cerrazón e incapacidad de López Obrador está haciendo que su gobierno fracase y que estemos enfrente de una crisis que no tiene precedente en los últimos años. 

Una gran parte de la población sigue creyendo en él, por lo que si queremos convencerlos de que el camino que vamos no es el correcto, tenemos primero que dejar claro que la oposición a López Obrador no es por su lucha contra la corrupción o el dispendio del gasto público o por sus programas sociales hacia los más pobres. 

La crítica es por su falta de institucionalidad, su deseo de concentrar el poder, su falta de compromiso con la democracia, el federalismo y la división de poderes, su falta de diálogo con el sector privado, la sociedad civil y los medios de comunicación, pero la crítica es, sobre todo, porque su gobierno está llevando al país a la peor crisis económica, de empleo y social de su historia y por la creciente militarización de la vida nacional

La crítica es porque no entiende que sus programas sociales no son suficientes para combatir la pobreza si la inversión, la economía y el empleo no crecen. y lo criticamos porque el número de pobres va en aumento y la delincuencia está desatada. 

Con López Obrador no se puede dialogar, la única alternativa para corregir el rumbo del país y obligarlo a negociar es ganar la mayoría en la Cámara de Diputados en 2021; no es con críticas, marchas ni insultos como se va a ganar, tenemos que hablarles a los que han estado marginados del desarrollo y ofrecerles una alternativa que sea una auténtica esperanza, sobre todo para los jóvenes. 

La disyuntiva no es populismo neoliberalismo, tenemos que proponer una tercera vía para lograr un desarrollo económico con justicia social, en donde se impulse y den garantías a la inversión privada y al mercado, y al mismo tiempo, se aumenten los ingresos públicos, para construir un auténtico estado de bienestar que garantice a todos los mexicanos los derechos sociales básicos.

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