Aumentan reportes de agua “contaminada” con gasolina en la CDMX

Alerta en la capital: crisis de agua contaminada pone en riesgo la salud de los habitantes

La Ciudad de México se encuentra en el centro de una emergencia ambiental y de salud pública sin precedentes. Vecinos de la alcaldía Benito Juárez han encendido las alarmas al reportar, en un aumento alarmante, que el agua potable que fluye por sus grifos desprende un penetrante olor a gasolina. Este fenómeno, negado por el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACMEX) el pasado 2 de abril, ha escalado a niveles críticos, provocando una ola de pánico entre la población.

Desde el inicio de esta semana, las redes sociales y medios de comunicación se han inundado de testimonios de residentes alarmados por la calidad del agua en sus hogares. Un mapa interactivo, creado por los propios ciudadanos para documentar esta crisis, señala que las colonias Ciudad de los Deportes, Nochebuena, del Valle Norte, Nápoles, San Pedro de los Pinos, Nonoalco, Mixcoac, y Tlacoquemécatl están siendo las más afectadas.

El jueves, Luciana Gandini, investigadora del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, compartió una impactante revelación: el agua no solo huele a gasolina sino que también ha provocado eczemas en su piel, una reacción alérgica que apareció tras exponerse al agua contaminada. “Me bañé el martes, y al terminar, me ardió todo el cuerpo. Los bomberos confirmaron que el agua de mi cisterna tiene una capa grasosa”, declaró Gandini, lo que sugiere una contaminación grave y directa en el suministro de agua.

El mapa interactivo muestra un aumento exponencial de reportes, con 61 incidencias registradas hasta la mañana de hoy, lo que representa un incremento de más del 125% en menos de 24 horas desde su creación. Esta herramienta surgió como respuesta a la desmentida oficial de SACMEX, que en un comunicado negó cualquier contaminación del agua en las colonias señaladas, asegurando que las muestras tomadas cumplen con las normas de calidad para el consumo humano.

Sin embargo, la realidad narrada por los vecinos pinta un cuadro muy diferente, uno de negligencia y potencial catástrofe sanitaria. La falta de respuesta y acción concreta por parte de SACMEX y el gobierno local, que hasta el momento no ha publicado los resultados de las pruebas de agua externas prometidas, alimenta la desesperación y el miedo entre los habitantes.

La situación es crítica: el agua, elemento vital, se ha convertido en una posible fuente de peligro. Los ciudadanos se encuentran atrapados en una incertidumbre tóxica, esperando respuestas claras y soluciones inmediatas. Este evento destaca la vulnerabilidad de los sistemas de abastecimiento de agua de la ciudad y plantea serias preguntas sobre la gestión de riesgos ambientales y la protección de la salud pública en la capital del país.

La comunidad exige transparencia, responsabilidad y, sobre todo, acciones urgentes para garantizar el acceso a agua segura. Mientras tanto, el miedo al agua del grifo se extiende rápidamente, con residentes evitando su uso para beber o bañarse, en espera de una respuesta o solución a esta crisis que pone en jaque la salud de miles.

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