El escritor Jorge F. Hernández fue cesado de su cargo como ministro de Asuntos Culturales de la Embajada de México en España por referirse a la embajadora María Carmen Oñate Muñoz, en “términos muy ofensivos y misóginos” y no por diferir con la postura de Marx Arriaga sobre la lectura y los libros.
El sábado 7 de agosto, Jorge F. Fernández, dio a conocer en su cuenta de Twitter que había sido despedido de su cargo como ministro de Asuntos Culturales en la Embajada de México en España; en el mensaje, señaló que estaba agradecido con el equipo del Instituto Cultural de México en España y la Biblioteca Octavio Paz y los rumores sobre los motivos de su salida comenzaron.
Ayer fui cesado como Ministro para Asuntos Culturales de la Embajada de México en España. Mi aplauso y gratitud para el equipo ejemplar del Instituto Cultural de México en España y la Biblioteca Octavio Paz”.
Al principio, se comentaba que podrían estar relacionados con su crítica a la postura de Marx Arriaga, director de Materiales Educativos de la SEP, quien se ha mostrado en contra de la lectura por placer, pues está relacionada con el “capitalismo de consumo”, cuando la lectura debería ser una actividad emancipadora. No obstante, Enrique Márquez, director ejecutivo de Diplomacia Cultural de la Secretaría de Relaciones Exteriores, dio a conocer un comunicado en el que expresó que la salida del funcionario se debía a que “en días pasados, en un reunión en la Ciudad de México, el Sr. Hernández se refirió en términos muy ofensivos y misóginos a quien era su jefa, la Sra. Embajadora de México en España, María Carmen Oñate Laborde”.
Con base en este comunicado, algunos usuarios de esta red social han reclamado al escritor e historiador por su conducta misógina y machista, y han aplaudido la decisión de las autoridades de la SRE:
Sabes perfectamente @FJorgeFHdz que tu contrato se canceló por misógino. La 4T prueba cada día, el respeto que tiene por la libertad de expresión. La tergiversación qué estás haciendo de los hechos, demuestra que no tienes la integridad suficiente para colaborar con la 4T.
Pese a ello, todavía este lunes, Jorge F. Hérnandez publicó en EL PAÍS una columna en la que insinúa que su salida sí se debió a las divergencias de su opinión y la de Arriaga, y la Cuarta Transformación, sobre el amor por los libros y la lectura. En dicho texto, se puede leer:
Llevo años repitiendo que lo único que nos salva como personas, país y planeta está en los libros, en la lectura de los tres principales credos del mundo que fincan su fe en la palabra escrita, que si una ley no está escrita no tenemos por qué obedecer a quien intenta inventarla como norma y que los amores incluso contrariados se vuelven humo si no hay palabras en tinta de corazón. Llevo tanto tiempo repitiéndolo que hoy siento que me libro de la estulticia oficial, del fango gubernamental, del sinsentido de creer que el Estado es cosa ajena al Gobierno y que el alto honor de representar a México en el extranjero no merma ni clausura la opinión personal, la capacidad de raciocinio o la búsqueda del sentido común. Pensándolo bien, hoy me libro.
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