Mario Delgado dijo que Morena tiene que dejar de ser un “movimiento social”, para convertirse por fin en un partido político que logre funcionar sin depender del liderazgo del presidente López Obrador.
“Debe aprender a caminar solo”
En entrevista con el periódico La Jornada, el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, señaló que su partido “debe aprender a caminar solo, sin el liderazgo directo, sin la tutela directa de Andrés Manuel López Obrador”, ya que de momento no cuentan ni siquiera con un padrón y, después de los triunfos obtenidos tras la jornada electoral del pasado 6 de junio por fin tendrán “tiempo para darle orden y fuerza política”.
Delgado explicó que Morena se formó sin recursos y con miles de voluntarios, “gente que de corazón está con el Presidente de la República, porque su gran liderazgo llevó al triunfo en 2018”. Sin embargo, señaló que sus militantes no supieron qué hacer luego de llegar al poder, mientras se sumergían en un contexto de conflicto por ganar la dirigencia del partido y casi inmediatamente después tuvieron que enfocarse en las elecciones.
“Ahora sí tiene que haber partido. Por ejemplo, debemos hablar con todos los alcaldes y todos los gobernadores para que haya acuerpamiento y sentido de equipo; se tienen que impulsar algunas políticas y en los gobiernos debe haber ciertas características, porque finalmente no estamos aquí por un tema electoral, el proyecto de Morena es la regeneración de la vida púbica, y eso lo vamos a lograr cuando todos nuestros representantes”, aseguró.
¿Qué pasó en CDMX?
Sobre los resultados en la Ciudad de México, donde se perdieron seis alcaldías, que ahora serán dirigidas por la oposición, Delgado dijo que será necesario hacer una revisión sobre cómo hicieron las cosas en la capital. Afirmó que Claudia Sheinbaum es una jefa de Gobierno “muy bien evaluada por la ciudadanía, y estos resultados no corresponden a esa evaluación”, por lo que deberán “rascarle un poco” para elaborar el diagnóstico.
Tal vez fue la estrategia, las campañas, errores de comunicación, y también toda la derecha organizada contra nosotros; esta situación nunca la habíamos enfrentado, y lo hicimos nosotros solos”, dijo.
En cuanto a las elecciones en los estados, denunció que hubo una “intervención muy descarada, burda y grotesca de los gobernadores”; dijo que no se habían comportado como demócratas y que “están acostumbrados a la mapachería, a meterle mano a la elección, a desviar recursos públicos”. Aseguró que en esta ocasión incluso utilizaron como recurso “aliarse con grupos delictivos para meter miedo, para mantener la percepción de la violencia; no les funcionó. Estamos viviendo un cambio también en el régimen político”.
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Con información de La Jornada
