En febrero de 2022 se presentó la estrategia de ciberseguridad nacional de la Sedena y la Marina, siete meses antes del hackeo de Guacamaya Leaks.
Además de la participación de las Fuerzas Armadas en proyectos de infraestructura y logística dentro del gobierno federal, gracias a los documentos filtrados por Guacamaya Leaks ahora se sabe que también han asumido la responsabilidad de la ciberseguridad nacional.
De acuerdo con los oficios revisados, en febrero de 2022 se presentó la Estrategia Conjunta de Ciberdefensa de la Secretaría de la Defensa Nacional-Secretaría de Marina Armada de México.
En ella se establece que ambas dependencias entrarán en acción cuando “la paz y/o estabilidad del país, y consecuentemente la seguridad interior y seguridad nacional” estén en riesgo debido a “ciberataques a instalaciones estratégicas del país, manipulación de la sociedad a través de noticias masivas falsas para desestabilizar al país y el robo de información de seguridad nacional, entre otros”.
En el diagnóstico se admite que México es uno de los países con alta vulnerabilidad cibernética, por lo que existe un incremento de “ataques a infraestructuras de información a través del ciberespacio“.
“Identificándose grupos antagónicos nacionales e internacionales, aprovechando la poca o nula seguridad en la infraestructura de IC que emplean la red de Internet para cometer delitos a través del ciberespacio, tales como el robo financiero, la trata de personas, la pornografía infantil, etc. con afectación a la población en general”.
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El documento fue firmado por el coronel I.C.I. D.E.M. Dir. C.O.C. E.M.D.N. Francisco Villa Vargas, de la Sedena, y por el contralmirante CG. DEM. Jefe EMGA-UNICIBER Jesús Arellano Rodarte, de la Semar. En él se establecen los trabajos a desarrollar para materializar las líneas de acción y alcanzar los objetivos planteados con la finalidad de identificar y hacer frente a las amenazas provenientes del ciberespacio que afecten la seguridad nacional hasta 2024.
Como parte de los acuerdos, tanto la Semar como la Sedena debían reunirse por lo menos una vez al mes para validar los trabajos Centro de Operaciones en el Ciberespacio de Sedena y la Unidad de Ciberseguridad de la Marina.
A pesar de que este plan de trabajo fue presentado prácticamente a principios de 2022, el 29 de septiembre se dio a conocer la filtración de 6 terabytes de información confidencial obtenida de correos de la Sedena por el grupo de hackers Guacamaya Leaks.
El hackeo fue reconocido por el propio presidente Andrés Manuel López Obrador y aunque minimizó las consecuencias, quedó plenamente exhibida la debilidad de la seguridad cibernética del país.
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Con información de Excélsior.
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