Nuevo modelo educativo de la 4T, más ideología que pedagogía

Entre las modificaciones está el cambio de los actuales libros de texto y la eliminación de exámenes de evaluación internacional.

Echar abajo el “modelo neoliberal”

La Secretaría de Educación Pública (SEP) hizo el anuncio del nuevo modelo educativo que estará alineado a los propósitos de la Cuarta Transformación para desechar los conocimientos del “modelo neoliberal”.

Entre las modificaciones sustanciales se plantea la eliminación del total de los contenidos de los actuales libros de texto gratuitos y la supresión de exámenes de evaluación internacional.

Max Arriaga, subsecretario de Educación, lanzó un mensaje radical sobre el desmantelamiento de los viejos esquemas de enseñanza y prácticas docentes del anterior régimen.

“Lo decimos alto y claro: no aceptamos que la Conaliteg siga gastando el dinero público, como lo realiza desde los años 90, en libros de texto que continúa en el modelo de educación neoliberal. [Se ha hecho] una reingeniería de esta institución burocratizada y deshumanizada (la SEP)”.

Indicó que el modelo será “libertario, humanista, que termine con el racismo, con las pruebas estandarizadas que segregan a la sociedad” además de ser para compartir, no para competir dejando atrás los valores meritocráticos, elitistas, patriarcales y racistas. En cuando a la enseñanza, se pretende que las y los maestros dejen de ser “reproductores del neoliberalismo”.

Especialistas temen por la calidad de la educación

Alma Maldonado, experta del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN (Cinvestav), indica que hay más ideología que pedagogía en el proyecto de la SEP, además que no resuelve la crisis derivada de la pandemia que provocó rezago y deserción escolar.

“Es una propuesta completamente ideologizada por lo menos en el planteamiento general, que raya en lo absurdo en algunos de los planteamientos donde pareciera que todo lo anterior es pésimo, y cuestionable y neoliberal”.

Marco Fernández, especialista del Tec de Monterrey y de México Evalúa, tachó el plan de confuso, ambiguo y sin una guía del rumbo educativo. Precisó que la dependencia deberá aclarar cómo va a integrar todas esas propuestas, los tiempos de aplicación y si habrá un programa piloto para evaluar su implementación o avance.

“Lo más irónico de todo es que esta discusión no la están centrando en la emergencia educativa, pretenden comportarse como si no hubiera ocurrido nada, si no hubiera bajado la matrícula en los distintos sistemas educativos”.

Con información de El Heraldo de México

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