Vacunación en México, entre el dicho y el hecho

Falta de transparencia y tergiversación de la información; no hay manera de evaluar la estrategia ni verificar o comprobar que sean reales.

Comparación con otros países de la región

Parte de los objetivos de comunicación social del gobierno federal, es seguir replicando el discurso de la cuarta transformación y la política de bienestar que tanto ha presumido el presidente en sus conferencias mañaneras. Durante el proceso electoral, hubo un tema que se mantuvo en el posicionamiento mediático en los canales oficiales del gobierno así como las coberturas de periodistas con menciones positivas y negativas: la vacunación.

AMLO envió balazos contundentes como la vacunación de maestros, la vacunación al total de la población en octubre de este año, regreso a clases. Sin embargo, de acuerdo a las cifras al 27 de agosto, en México se ha vacunado al 27% de la población con esquema completo. De esta manera nuestro país se coloca en el lugar 106 de 218 países.

Es decir, 105 países han vacunado con esquema completo una mayor proporción de habitantes que México. Entre ellos, Chile con ea 72 % de su población, Cambodia al 51 %, Malasia al 48 %, Turquía al 45 %, Ecuador al 50 % y Brasil al 31 %.

La correlación positiva entre PIB per cápita y porcentaje de vacunación se explica porque países ricos han tenido acceso preferencial al abastecimiento de vacunas ya sea por su capacidad económica o porque aportaron recursos para la investigación y desarrollo de las mismas. Sin embargo, México se encuentra por debajo del promedio de países comparables en términos de ingreso. Su porcentaje de población vacunada es menor al de Argentina, República Dominicana, Ecuador, Argentina, Brasil, Bolivia o Chile, por mencionar algunos.

Otro factor es la población y una de las premisas es que a mayor población, menor porcentaje de vacunación, sin embargo, con mayor PIB per cápita mayor vacunación. El 58 % de la variación en el porcentaje de vacunación es explicado a partir de la correlación de estas dos variables.

Este ejercicio muestra cómo impacta la riqueza de un país y su población, en promedio, en el porcentaje de vacunación. Por tanto se puede concluir que el desempeño de México es menor a lo esperado por el modelo, y se puede clasificar en el grupo de países con mal desempeño relativo. De acuerdo a este modelo, en México se esperaría un avance del 32 %, pero solo se ha vacunado al 27 %. 

Datos que marcan un claro contraste con otros países. Por ejemplo, para Chile se esperaría un avance del 38 %, pero ha vacunado al 72 %; para Ecuador se esperaría un 26 %, pero ha vacunado al 50 %. En el caso mexicano, dado que no existe transparencia sobre los datos de la vacunación, no hay manera de evaluar la estrategia ni verificar y comprobar que sean reales.

Falta de transparencia en vacunación

El 18 de febrero de este año, el subsecretario Hugo López-Gatell hizo el compromiso de publicar los datos abiertos del avance de la vacunación a nivel municipal, ante el escrutinio de un periodista en la mañanera.

“Las personas que se vacunan… sabemos en qué municipios se vacunan y podemos presentar la información”.

La respuesta fue sólo un paliativo porque en países como Argentina, Perú, Colombia, España, Canadá y Estados Unidos, los datos son transparentes. Algunas bases aparecen desagregados a nivel persona e incluyendo variables importantes para el análisis del avance, al mismo tiempo que se salvaguarda el anonimato de las personas vacunadas.

Desafortunadamente, en el caso citado los datos abiertos sobre el avance de la vacunación siguen siendo ocultos para la ciudadanía, especialmente en su desagregación por municipio, marca de vacuna aplicada, así como sexo y edad de las personas vacunadas. Organizaciones civiles, entre ellas Serendipia, Data Cívica, PODER, INDESIG y SUR; realizaron la campaña “#DatosAbiertosDeVacunación” para exigir la publicación de los datos abiertos, pero las autoridades no reaccionaron.

La respuesta a solicitudes de transparencia, dirigidas a la Secretaría de Salud así como la Oficina de la Presidencia de la República y al IMSS, las autoridades se basa en tres excusas: afirman que es otra la dependencia encargada del manejo de la información, niegan la existencia de la información, aceptado que existe, pero señalado que es confidencial y/o publican sólo el avance de la vacunación de grupos específicos de la población (en este caso, del personal de salud). 

“Estas respuestas, contradictorias entre sí, muestran claramente que hay una clara intención de ocultar los datos del avance de la vacunación. Pero la opacidad sobre la información pública existente, además de ser un delito, es dañina para la evaluación y la mejora de la estrategia de vacunación.”

Los pocos datos públicos sobre la vacunación, de conferencias de prensa y lo que hay en redes sociales, han permitido constatar el avance irregular de la vacunación, especialmente en términos territoriales. La falta de información impide la correcta evaluación de avances inexplicables en la campaña, como postergar la vacunación en grandes zonas metropolitanas y con mayor exceso de mortalidad después de haber vacunado en municipios más pequeños y con bajos niveles de contagios.

Se desconocen las razones por las cuales hay 16 millones de vacunas recibidas por el gobierno y no aplicadas, y existe un retraso de 19 días entre que se reciben y se aplican. También se desconocen las razones por las cuales el primer pico de vacunación diaria se haya alcanzado el 5 de junio, previo a las elecciones intermedias, y el pico histórico más alto haya sido el 28 de julio, previo a la consulta popular.

La conclusión es que el avance de la vacunación en México es inferior a lo que se esperaría dadas las características del país. Además, la opacidad en su avance y en las decisiones detrás de la estrategia, prenden un foco rojo que difícilmente puede ser ignorado. 

“Ante la tercera ola, que ya alcanzó el récord de contagios detectados durante toda la pandemia, y con un promedio de más de 700 muertes diarias durante los últimos días, es clara la urgencia de seguir exigiendo un manejo de la pandemia y la vacunación basado en evidencia, público, transparente y que logre proteger al mayor número de personas en el país, especialmente aquellas más expuestas.”

Con información de Animal Político.

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