La tentación por el INE

INE

Lourdes Mendoza

Un poco mermado es como está nuestro INE, pues cuatro consejeros están retirados por haber concluido el periodo para el que fueron elegidos. Y como se suspendió en la Cámara de Diputados el proceso de selección de quienes los sustituirán, el INE había logrado respirar y disminuir la temperatura del debate sobre su existencia futura ante las agresiones de morenistas. ¿Cómo lo logró? Porque el Consejo General de Salubridad no lo nombró como actividad esencial.

¿Alguien recuerda que en este 2020 había elecciones locales?

Pues sí, el 15 de diciembre del 2019 comenzó el proceso electoral 2019-2020 en Hidalgo para renovar 84 ayuntamientos. Hasta se comenzaba a calentar el ambiente al disputar la candidatura de Morena para presidir Pachuca con dos flamantes y conocidos aspirantes: Canek Vázquez y Francisco Xavier Berganza, sí el excantante, excandidato a góber y ahijado del extinto Luis Maldonado.

En tanto que en Coahuila el proceso electoral comenzó el primer día de enero de 2020 para renovar 25 diputaciones que conforman el Congreso local, donde el control de la mayoría es sin duda la joya de la corona.

Pero todo se detuvo porque el pasado 1º de abril, en sesión virtual pero legal, el Consejo Electoral del INE (aún completo en esa fecha) decidió suspender todos los actos relacionados con los procesos electorales de Coahuila e Hidalgo, hasta que no se dieran las condiciones sanitarias que permitan reprogramarlos. La decisión fue debidamente fundada y motivada, privilegiando las condiciones de salud y, hay que reconocerlo, tras un proceso de diálogo de Lorenzo Córdova con las autoridades locales electorales y –aunque usted no lo crea– con Olga Sánchez Cordero quien en esa fecha y en este tema no había sido despojada de interlocución.

Así pues, ya después veremos cuándo se hacen las elecciones y qué harán con los diputados de Coahuila y los presidentes municipales de Hidalgo si no se pueden renovar antes de que termine el periodo para el que fueron electos, pues no hay prolongación automática de esos cargos.

¿Y los nuevos partidos?

Niéguemelo, es imposible, hablo de que el mayor morbo es saber si a Elba Esther le pagan los favores recibidos en campaña y obtiene el registro como partido nacional para RSP (que encargó a su yerno Fernando González), pero queda en suspenso con el parón que dio la autoridad electoral por Covid-19.

Recordemos algunos números:

106 organizaciones manifestaron su intención de ser partido: 89 resultaron procedentes, 47 se rajaron en el camino voluntariamente, 52 comenzaron las afiliaciones con la aplicación de internet y celulares inteligentes, 33 empezaron a organizar asambleas (20 estatales o 200 distritales) y sólo siete, sí, sólo siete –Encuentro Solidario, Redes Sociales Progresistas, Grupo Social Promotor de México, Libertad y Responsabilidad Democrática, Fuerza Social de México, Súmate a Nosotros, México Libre y Fundación Alternativa–, terminaron el proceso y solicitaron a tiempo el registro nacional como nuevos partidos políticos. ¿Cuántos lo lograrán? Ya lo veremos, cuándo entremos en la nueva normalidad.

¿Cómo llegaremos a la cita del 21?

La esperanza para recuperar una democracia de pesos y contrapesos, con la posibilidad de reducir el riesgo de que los errores de la política de un solo hombre, AMLO, nos lleven derechito al despeñadero, descansa, sin temor a equivocarme, en quitarle a Morena la mayoría en el Congreso en las elecciones intermedias del 6 de junio 2021.

Ahora bien, el retraso en los preparativos nos hace preguntarnos si es o no un error de Mario Delgado y su bancada interrumpir el proceso de selección de los cuatro integrantes del Consejo General del INE, porque su ausencia implica que decisiones que reglamentariamente requieren ocho votos no se puedan tomar. Además, déjenme decirles que entre los pendientes del Congreso están las leyes secundarias para la revocación de mandato, consulta popular y la reelección de diputaciones, que por primera vez tendrá lugar en 2021.

Pereciera que estamos engarrotados en la antesala de la elección intermedia más grande de la historia por el número de electores que serán convocados a las urnas (casi 96 millones en la lista nominal, seis millones más que en 2018), además de la concurrencia de al menos una elección local en cada entidad (16 gubernaturas, 30 congresos locales y mil 930 ayuntamientos en 30 estados).

Lo más importante

Para nadie es un secreto que Morena y el propio Presidente han querido acabar con el INE, por lo que el bloque de oposición, conformado por 13 legisladores del PAN, PRD, PRI y MC, en la Comisión Permanente, tiene la obligación de evitar, en un periodo extraordinario, cualquier cambio amañado en materia electoral por los morenos y sus aliados, PT, PES y Verde, ¡eh! Esto no se acaba hasta que se acaba, diría el Mago Septién, luego el INE podrá posponer el proceso pero las reglas NO cambian.

Baste decir que en Veracruz quieren mover las reglas para que los hijos den la ciudadanía del Estado, para que Nahle u Horacio Duarte, el nuevo en Aduanas puedan llegar a ser candidatos. El absurdo es tal que si una migrante da a luz en Veracruz podría, por el hijo, llegar a ser gobernadora. Así los morenos. Ah y sus aliados, como Andrea Yunes del Verde, la votó a favor. Ojo con este golpe bajo, publicado en el DOF (22-5-20): el gobierno, vía la Secretaría de Economía, quiere regular la organización ¡de las elecciones!

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