La lava que fluyó del volcán Nyiragongo el sábado por la noche sembró un camino de destrucción en un distrito del norte de Goma, al este de la República Democrática del Congo.
Unas 500 casas fueron derruidas y más de 170 niños están desaparecidos tras haberse separado de sus padres durante la huida masiva de miles de personas, según la agencia de la ONU para la infancia, Unicef.
En la zona del aeropuerto, decenas de niños deambulan sin hogar, en la indigencia, dice la organización de Naciones Unidas. Algunos buscan entre los escombros cercanos trozos de metal o de ollas quemadas para vender.
Charles Kambale (en la foto de portada) revisa los escombros en la zona del distrito de Buhene donde solía estar su casa. “Todavía no he visto a mis dos hijos menores”, le dice a la BBC.
Estaba en una boda con su esposa cuando comenzó la erupción. Los niños, de seis y dos años, estaban en casa con sus vecinos. Charles está planeando hacer un anuncio por radio para ayudar a encontrarlos.
Con información de BBC